SOCIEDAD › EL AUSTRíACO FéLIX BAUMGARTNER CAYó AL VACíO DESDE LA ESTRATOSFERA PARA QUEDARSE CON UN PAR DE RECORDS

Cómo saltar de 39 mil metros y contarlo

El austríaco Baumgartner se tiró desde una altura cuatro veces mayor que la que vuelan los jets. Tardó 8 minutos en tocar tierra suavemente, pero antes estuvo en caída libre durante 4 minutos 19 segundos. No pudo con el tiempo pero sí con el sonido y la altura.

El austríaco Félix Baumgartner estableció ayer el record mundial al lanzarse desde un globo que transportaba una cápsula 39.068 metros de altitud y aterrizar sano y salvo en paracaídas en el desierto de Nuevo México. La proeza del deportista extremo, de 43 años, comprende además que se convirtió en el hombre que llegó más alto en globo y es el primero en romper la barrera del sonido en caída libre, aseguró su equipo. Sin embargo, no pudo quebrar la marca de la caída libre más larga de la historia, ya que sus 4 minutos 19 segundos –anteriores a la apertura del paracaídas– quedaron detrás de los 4 minutos 36 segundos alcanzados por el ex coronel de la Fuerza Aérea estadounidense Joe Kittinger, en 1960.

Los cálculos de la misión determinaron que Baumgartner logró romper la velocidad del sonido en caída libre en los primeros 40 segundos, cuando ha acelerado en ese espacio de tiempo hasta 1173 kilómetros por hora (la barrera del sonido se rompe a los 1100 kilómetros por hora). Además, saltó al vacío desde la mayor altura, marca que hasta ayer pertenecía a Kittinger, con 31.333 metros.

Aunque parezca que no, Baumgartner logró controlar el descenso y evitar caer en barrena, lo que le podría haber llevado a perder la conciencia o sufrir una hemorragia cerebral en caso de girar de forma descontrolada, y entremezclarse luego en la hierba. En total tardó unos ocho minutos en tocar suelo en un aterrizaje perfecto en paracaídas tras lanzarse al vacío dentro de su traje presurizado, que le protegió de la baja presión y las bajas temperaturas. Durante toda la misión, Baumgartner fue controlado por médicos desde la superficie, aunque no está claro qué hubieran logrado en una emergencia en el aire. El salto coincidió con el 65º aniversario de la gesta del estadounidense Chuck Yeager, el primer piloto que rompió la barrera del sonido a bordo de un caza X-15.

A las 14.05 (15.05 hora en Argentina) y tras un ascenso de dos horas y 35 minutos sobre Roswell (Estados Unidos), el globo que arrastró la nave donde se encontraba Baumgartner alcanzó la altura idónea y el paracaidista simplemente se tiró. Este es el segundo intento que realizó el austríaco luego de que a principios de la semana pasada tuviera que abortar su misión a último minuto debido al viento.

El globo, que contiene 30 millones de pies cúbicos de helio, impulsó la cápsula donde se ubicaba Baumgartner, la cual tenía un peso cercano de 1,3 tonelada, y que lo transportó hasta la estratosfera.

“Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido”, dijo Baumgartner, debido a la violencia de la caída por la velocidad de 1173 kilómetros hora que alcanzó en los primeros 40 segundos. “Estás bajo presión, no sientes el aire”, agregó.

A pesar de esos momentos críticos, el austríaco no quiso abrir un paracaídas especial para estabilizar el descenso y señaló que siempre supo lo que estaba sucediendo durante la caída. “Desde el punto de vista de la conciencia, siempre he sabido lo que sucedía”, añadió.

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Baumgartner está por saltar al vacío desde la cápsula que lo transportaba.
Imagen: Télam
 
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