SOCIEDAD › DECLARó UN FAMILIAR DEL ENCARGADO, A QUIEN CONSULTó ANTES DE SER LLEVADO A LA JUSTICIA

“Estaba muy angustiado, se quería matar”

El testigo es policía y primo de la mujer de Mangeri. El portero le hizo una extraña visita para preguntar qué le pasaría si estuviera involucrado en el crimen de Angeles. Otro testigo restó credibilidad al taxista que dijo haber llevado el cadáver.

 Por Emilio Ruchansky

Cecilio Saettone, el primo de la esposa de Jorge Mangeri, pretendía declarar desde la semana pasada, cuando se puso a disposición de la Justicia y habló brevemente con la prensa. Y finalmente lo hizo ayer, ante el juez Javier Ríos y la fiscal Paula Asaro. “Estaba muy preparado, no se pisó, sabía declarar, pero terminó jugando en contra del encargado”, resumió una fuente judicial. Según relató Saettone, Mangeri le habría contado un día antes de quedar detenido que estaba muy angustiado por la muerte de Angeles Rawson y preguntó qué pasaría si él estuviera involucrado. Ayer también declaró el dueño del taxi cuyo conductor afirmó haber trasladado a Mangeri hasta la Ceamse con dos bolsas de residuos, el día del asesinato. “Negó lo que dijo el peón de taxi, pero igual vamos a esperar el resultado de los peritajes”, agregó la fuente judicial.

Saettone afirmó que es capitán de la Policía Bonaerense, con su retiro y jubilación en trámite, y trabaja en el área de seguridad de una planta de la empresa Ford en Escobar, al norte del conurbano. Hace tres años que no ve a Mangeri, agregó. El viernes 14 de junio, luego de ser supuestamente amenazado a punta de pistola y cuchillo en la acera de su casa desde un Polo negro, el esposo de su prima viajó hasta la planta para verlo, en condiciones que, para los investigadores, resultan sospechosas: no fue en su auto sino en colectivo y con una tarjeta SUBE, que luego extravió.

Según Mangeri, como su celular –que también perdió– no andaba bien, le pagó unos pesos a un vendedor ambulante para que le preste su aparato para llamar a Saettone y hacerlo salir de la fábrica. Entonces, ambos sostuvieron un diálogo. “Mangeri le dijo que estaba muy angustiado por la muerte de Angeles, que la chica vivía en su edificio y que estaba tan mal que se quería matar, que tenía ganas de irse a un monte y matarse. Le contó que lo habían amenazado, pero no le dijo quién. Saettone le recomendó hacer la denuncia, pero Mangeri se negó”, relató una fuente judicial. Saettone reprodujo luego este supuesto diálogo que tuvo con Mangeri:

–Pero, ¿vos le hiciste algo a Angeles?

–No. Pero si yo tuve algo que ver, ¿qué me pasaría?

–Irías en cana, seguro.

Unos de los investigadores concluyó a Página/12 que esta declaración compromete más a Mangeri, porque “no se entiende por qué le dijo, según afirmó Saettone, que estaba tan mal por la muerte de Angeles, al punto de querer matarse; si no tuvo nada que ver con el hecho, ¿por qué estaría tan angustiado?”. La misma fuente, con acceso al expediente, afirmó: “Es más, yo creo que el testimonio de este hombre (por Saettone) podría servir como indicio en contra de Mangeri en un futuro juicio oral”.

En su declaración como testigo, el portero había mencionado a Saettone, diciendo que había ido a visitarlo en “búsqueda de asesoramiento”. El capitán de la Bonaerense afirmó que Mangeri le preguntó qué hacer ante las amenazas que había recibido y éste le contestó que debía denunciarlas, pero el encargado se negó a hacerlo, por miedo. También le recomendó que se presente a declarar, acción que venía evitando, pese a la insistencia de la fiscal Asaro. Mangeri diría luego, en sede judicial, que estaba enfermo y también asustado por los supuestos aprietes.

Además de Saettone, ayer también declaró el dueño del taxi que, según su peón, sirvió para trasladar dos sospechosas bolsas de basura a la Ceamse del barrio porteño de Colegiales. El hombre negó que el peón de taxi le hubiera contado el suceso, como éste había informado, lo que complica la declaración testimonial del chofer, quien había afirmado que una de las bolsas se movía y que Mangeri pidió a los empleados de la Ceamse un elemento contundente para golpearla. “Dijo que llevaba un perro muerto”, había relatado el peón de taxi, entre llantos.

“Lo dejó pintado al óleo al taxista, dijo que se había desayunado con la declaración del peón por los medios. De todas formas vamos a esperar las pruebas que mandamos a hacer en el auto para descartar la versión del taxista. Por ahora no se lo va a procesar por falso testimonio”, afirmó una fuente judicial. A la causa se sumarían más declaraciones, entre otras, la más esperada por el público: la del padrastro de Angeles.

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El dueño del taxi desestimó la declaración del chofer que dijo haber llevado a Mangeri a la Ceamse.
Imagen: Télam
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