SOCIEDAD › CAYETANA DE ALBA, DUEÑA DE VEINTE NOMBRES, TRES APELLIDOS, TITULOS NOBILIARIOS Y 3200 MILLONES DE EUROS

Murió la duquesa de las excentricidades

La duquesa de Alba falleció de neumonía a los 88 años. Fue considerada una excéntrica, antiabortista, antidivorcio y tauromaquista. Se casó tres veces, la última a los 85 años. Fue dueña de una cuantiosa fortuna que la ubicó como la quinta persona más rica en España.

Tras una agonía de tres días, murió en su palacio sevillano la duquesa Cayetana de Alba, cabeza de la casa nobiliaria más famosa de España y popular a fuerza de excentricidades, como casarse a los 85 años con un burócrata plebeyo de 61. Tenía 46 títulos nobiliarios, 20 nombres de pila y 3 apellidos; se definía como “monárquica al ciento por ciento”, y “antidivorcio, antiaborto y anti todas esas atrocidades” por su profunda convicción católica. Nacida en Madrid, prefería Sevilla, por el clima y la afición a la tauromaquia, que alguna vez la encontró rejoneando (como se llama a lidiar un toro desde un caballo) en la plaza de la Real Maestranza.

Entre el mediodía y la noche de ayer, alrededor de 80 mil personas habían desfilado ante la capilla ardiente montada en un salón del Ayuntamiento que, además, decretó un día de luto. El funeral se celebrará hoy al mediodía (hora española) en la Catedral de Sevilla, con la asistencia de la infanta Elena en representación del rey, mientras que las banderas ondean a media asta en Sevilla.

Anoche, el féretro de la duquesa, fallecida poco antes de las 10 de la mañana, era velado en un salón del Ayuntamiento ante un crucifijo. Estaba envuelto con dos banderas, una de España y otra con su escudo nobiliario. Lo flanqueaban dos grandes cuadros que representan a Nuestro Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, titulares de la Hermandad de los Gitanos, a la que la fallecida profesaba devoción y que durante todo el día de ayer, a través de su cuenta en Twi-tter, comunicaba condolencias y la marcha del velatorio. Había llegado al salón flanqueado por el viudo de la duquesa, el ex empleado de la Seguridad Social Alfonso Díez, y sus seis hijos, Carlos, Alfonso, Fernando, Jacobo, Cayetano y Eugenia, quienes se encontraban con ella cuando murió.

Su nombre completo era María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay. Nacida en 1926, era hija de la marquesa María del Rosario de Silva y Gurtubay y del XVII duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, a quien Francisco Franco nombró embajador en Londres, donde los Alba se habían exiliado al comenzar la Guerra Civil Española. La futura duquesa pasó gran parte de su adolescencia en Londres, donde ella frecuentaba a la entonces princesa Isabel y su padre, a Winston Churchill.

A la muerte del duque, Cayetana se convirtió en la tercera duquesa de Alba. La mujer que había llevado el título antes que ella había sido María del Pilar Teresa Cayetana, mecenas y musa de Francisco de Goya, quien, además de pintar más de un retrato de ella, de acuerdo con algunos historiadores del arte, la tuvo de modelo para pintar su Maja vestida y también su Maja desnuda. Por eso, Pablo Picasso había propuesto a Cayetana recrear esas majas en otros retratos, algo que ella rechazó, según contó, sólo porque su marido Luis Martínez de Irujo, el primero y padre de sus hijos, se opuso terminantemente. Viuda, se casó con Jesús Aguirre, un ex cura e intelectual socialista.

Cayetana fue madre de seis hijos, cinco varones y una mujer. El tercero de ellos, Jacobo, conde de Siruela, fundó la editorial homónima y, tras venderla, repitió aventura con la todavía existente Atalanta. La mujer, Eugenia, consiguió de su madre la bendición que la propia Cayetana no había obtenido en su juventud: el permiso para casarse con un torero, Francisco Rivera Ordóñez, uno de los más populares de Sevilla.

La duquesa desarrollaba una intensa afición por la tauromaquia. Era una figura habitual entre el público de las corridas sevillanas, en las que inició a celebridades como Jackie Kennedy. No sólo presenciaba las lidias, sino que también había llegado a practicarlas en corridas goyescas durante las cuales participaba como rejoneadora.

El patrimonio de su familia incluye fincas, empresas, tierras y palacios en una cantidad tal que, en España, la creencia popular señalaba que podía atravesar el país sin pisar nunca propiedades ajenas. La revista Forbes estimó su patrimonio en 3200 millones de euros, lo que la convirtió en la quinta persona más rica de España. Hace tres años, a pesar de la oposición de sus hijos, contrajo matrimonio por tercera vez.

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El rostro de la duquesa de Alba, que mostró la lucha contra el implacable tiempo pese a todas las riquezas que la rodearon.
Imagen: Télam
 
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