SOCIEDAD

Policías bonaerenses presos por el secuestro extorsivo de una mujer

Un oficial y dos suboficiales están acusados de secuestrar a la esposa del presunto jefe de una banda. Pidieron 5000 dólares de rescate, que no llegó a pagarse. Pasearon a la mujer durante dos horas en un auto y, al ver que la situación se complicaba, la dejaron en libertad.

 Por Horacio Cecchi

Un operativo policial –o lo que, en realidad, debió haber sido– derivó en tres operativos también policiales, esta vez para detener a los integrantes del operativo trucho. Para mayor claridad, un oficial y dos suboficiales del servicio de calle de la Comisaría 5ª de Quilmes (La Cañada) y la 10ª de Lanús fueron detenidos ayer. La Justicia los acusa de secuestrar a la esposa del jefe de una banda dedicada a salideras de bancos, a quien le reclamaron 5000 dólares como rescate. Según revelaron fuentes de la investigación a Página/12, el oficial detenido ya había pasado tres meses detenido en el 98, investigado por homicidio. El oficial y uno de los suboficiales venían de Burzaco, donde habían trabajado para el comisario Claudio Martínez, el mismo que hoy está al frente de la comisaría de La Cañada.
“Vos te quedás acá hasta que tu marido ponga la guita”, escuchó decir la mujer, que acababa de ser secuestrada en Lanús por tres hombres que la interceptaron en la calle. Los tres tenían un dato preciso: sabían que la pareja de la mujer está sospechada de ser jefe de una banda dedicada a las salideras bancarias. ¿Por qué tenían esa información? Porque los tres hombres visten uniforme de la Policía Bonaerense. Ahora los tres están presos, acusados por el secuestro, y fueron puestos en disponibilidad.
Dos de los tres detenidos forman parte del servicio de calle de la 5ª de Quilmes. Se trata del oficial inspector Marcelo Gerardo Ojeda y del suboficial Sergio Montoya. El tercero, Juan Manuel Louzán, pertenece a la 10ª de Lanús, Villa Barceló. Según las investigaciones del fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello, el martes pasado la víctima acompañaba a su marido en una moto Ninja por Villa Barceló. Fuentes policiales aseguraron que el hombre encabezaba una banda dedicada a las salideras de bancos. Desde un Volkswagen Gol, tres policías uniformados intentaron atrapar a la pareja disparando al menos dos tiros. El hombre logró huir en la moto, pero la mujer cayó y fue introducida en el auto. Poco después, el hombre recibía un llamado a su celular en el que se le exigía la entrega de un rescate para liberar a la rehén y hasta contactaron un lugar para el pago en Temperley. Según confiaron fuentes de la investigación, la suma rondaba los 5000 dólares. Finalmente, el rescate no se pagó, la mujer fue paseada durante unas dos horas y luego liberada en Rafael Calzada.
El trío bizarro cayó porque un vecino, al escuchar los disparos, llamó a la comisaría de Villa Barceló para denunciar un asalto o lo que parecía un secuestro. Pero el toque final para las detenciones lo dio uno de los mismos sospechados, cuando en medio del operativo trucho llamó a la misma seccional de Villa Barceló para comunicarle a la guardia que “se encontraba en un procedimiento y que no era necesario que le enviaran apoyo al lugar”, según sostuvo una fuente de la investigación. Lo que en la jerga se conoce como zona liberada.
Entre dos de los detenidos existía una relación previa: Ojeda y Montoya habían trabajado en la 10ª de Burzaco. A cargo de esa comisaría se encontraba el entonces subcomisario Claudio Martínez. Según aseguraron fuentes del Ministerio de Seguridad, Martínez fue derivado de Burzaco porque los vecinos denunciaban que durante su gestión se producían demasiadas salideras bancarias, lo que les daba la sensación (a los vecinos) de que existía una zona liberada.
Martínez aterrizó en la 5ª de La Cañada con su gente del servicio de calle, el oficial inspector Ojeda y el suboficial Montoya. Ojeda ya tenía, según la misma fuente, un historial tras las rejas: en el ’98 estuvo tres meses detenido mientras lo investigaban por un ladronzuelo acribillado a balazos cuando curiosamente se desempeñaba en la 5ª de La Cañada. Ojeda finalmente salió libre. Tiene edad para ser subcomisario, pero es apenas subinspector. “Con semejante mancha no lo pueden haber ascendido –señaló una fuente policial–, pero con semejante mancha tampoco debería estar en la fuerza. Alguien lo protege.” De Martínez podría decirse lo mismo: este año, después de su desplazamiento de Burzaco, fue ascendido a comisario. La comisaría 5ª de La Cañada ya fue noticia: en marzo pasado, tres policías del servicio de calle mataron a balazos al suboficial Pedro Rotela. Por ese caso se encuentra detenido el suboficial Fabián Villamayor.

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Los detenidos, un oficial y dos suboficiales de la Bonaerense, fueron apresados por sus colegas.
 
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