Marta Pereiro quiso aprovechar las bondades del euro en el país del peso. No estaba interesada en las camperas de cuero o los zapatos de tango, quería hacerse una cirugía estética. Había venido desde España acompañada por su pareja y después de visitar a algunos familiares pasó por la prestigiosa clínica del doctor Raúl López Bandera, el mismo que atendió a Florencia de la V y a Julio Bocca. Fue operada el martes pasado, pero falleció tras un implante en los pechos. Su sobrino, un joven que trabaja en el aeropuerto de Ezeiza, aseguró que ni él ni su familia había denunciado a la Clínica Bandera, ubicada en Coghlan, por mala praxis. La policía caratuló el caso como “muerte por causa dudosa”.

“Está interviniendo la Justicia. No quiero hablar porque no quiero perjudicar a la clínica y no quiero que la familia pase un mal momento. Estamos muy dolidos”, detalló ayer Fabián Drovandi al mencionar lo que le sucedió a su tía. El joven, un vicecomodoro de la Fuerza Aérea, también desmintió las versiones sobre un presunto soborno ofrecido por la clínica para alterar la ficha de defunción de la paciente. Pereiro tenía 52 años, vivía en Málaga (una ciudad del sur de España), estaba en pareja con un argentino y viajaba con regularidad a Buenos Aires. Ayer la clínica situada en Rivera 2909 cerró sus puertas al público y no hubo noticias del doctor López Bandera. Salvo el pedido de Drovandi para que “dejen de pegarle a ese pobre hombre, que como profesional está tan dolido como los familiares”.

Dos colegas suyos consultados por Página/12 coincidieron en que este tipo de cirugías, de tomarse todas las precauciones del caso, no son riesgosas. Pudo haber sido desde un infarto hasta un aneurisma, pasando por problemas de coagulación o una muerte súbita. “Operamos pacientes sanos y tenemos más responsabilidad por eso”, reflexionó el ex presidente de la Sociedad de Cirujanos Plásticos de Buenos Aires, Guillermo Flaherty. El riesgo quirúrgico, según explicó este médico, consta de un chequeo completo de sangre, ecografía, mamografía, electrocardiograma y la aprobación del cardiólogo. De aprobarse los preexámenes, lo único que separa a los pacientes de la mesa de operación es la firma del “consentimiento informado”.

Sin embargo, para Flaherty “a veces los pacientes ocultan información sobre su estado de salud por miedo a que se cancele la cirugía”. Otra precaución es comprobar que el médico esté certificado y el lugar donde se haga la operación esté preparado para una urgencia. En casos como el de Pereiro, destacó, “hay que tener en cuenta que se ha demostrado que viajar en avión aumenta la posibilidad de una trombosis y modifica la presión arterial”. El doctor Jorge Pedro, especialista universitario en cirugía plástica, aseguró que no suele usarse anestesia general para estas operaciones y criticó a los colegas que informan parcialmente a sus pacientes sobre los riesgos. “También he visto casos de mujeres anoréxicas, inmunodeprimidas o de personas que consumían psicofármacos y que querían operarse”, comentó el especialista, quien acotó que “muchas mujeres creen que esto es como ir a la peluquería, eligen lo más barato, buscan médicos que minimizan todo y no explican nada.”

El “turismo sanitario” no resulta algo novedoso para estos cirujanos. En Buenos Aires el precio de una cirugía de implante de silicona en el pecho ronda los 1500 euros. En las clínicas privadas españolas, el precio de un aumento de pecho varía, en función del tipo de prótesis y el servicio hospitalario, entre los 4000 y 8000 euros. Muchos turistas estadounidenses o europeos vienen por una semana en tours contratados especializados en este negocio.

Aunque todavía se desconoce la causa del fallecimiento de Pereiro, sus familiares afirmaron que ya fue hecha la autopsia y dijeron ignorar cuándo será repatriado el cuerpo a España. En el hecho intervino personal de la comisaría 37ª y la fiscalía 49 de Mariano Solesio lleva adelante las investigaciones para determinar las causas del fallecimiento, aunque anoche ni siquiera se sabía la hora del fallecimiento, pero se estimaba que fue entre las 20.30 y las 23 del martes.