Oscuro es el presente de Central. El intento de recuperación que mostró ante Chicago se borró rápidamente ayer, en Bahía, donde el equipo de Russo volvió a exhibir una imagen preocupante. Falto de ideas, sin generación de juego y con fallas garrafales en defensa, cayó 2 a 0 y sumó su tercera derrota en el torneo en apenas seis fechas. Central entró a la cancha en desventaja. Cuando el partido no se había armado ya estaba abajo en el marcador. Olimpo salió con velocidad desde su campo, al ataque lo condujo Bou, que habilitó con precisión a Vega, que de zurda la clavó en el ángulo, en un remate que pareció ser un intento de centro y no disparo al arco. Un minuto y cuesta arriba para el equipo de Russo.

El gol profundizó el planteo que el local desarrollaría. Dos firmes líneas de cuatro en su campo, volantes externos que despeguen con rapidez y delanteros certeros para aprovechar las pocas situaciones que se generaran. Simple, práctico. Le regaló la tenencia a Central, que distribuyó con precisión, sobretodo en su mediocampo. Con Méndez como eje creativo y buscando constantemente al pibe Becker, para que desnivele, aunque alternó más malas que buenas.

El canaya manejó con criterio hasta tres cuartos de cancha, movió la pelota de banda a banda, pero no logró generar una situación de riesgo. No merecía la derrota, dominaba el juego, pero no inquietaba a Champagne. El aporte de Toledo y Costa pasaba por la lucha y no por aproximaciones. Como el canaya era fuerte en el medio, los atacantes se veían obligados a retroceder unos metros para ingresar al circuito de juego.

En la segunda etapa se acentuó el trámite del primero, aunque a medida que transcurrían los minutos a Central lo apoderaba el nerviosismo, la desesperación por no encontrar la igualdad en un partido que lo favorecía. La indefinición del canaya beneficiaba a Olimpo, que se adelantó en el campo y presionó más arriba. De ese modo, llegaron sus situaciones. Bou tuvo la suya, pero la tiró afuera cuando solo Caranta lo enfrentaba.

Central se enredaba en sus imprecisiones, en su falta de ideas. Méndez bajó su nivel y la experiencia ofensiva se limitó al envío de centros. Pero, a pesar de sus alturas considerables, ninguno de los atacantes pudo ganar con facilidad. Apagado, sin desmarque, Becker se fue remplazado y Russo buscó recuperar la generación de la mano de Encina. No hubo caso, la pena de Central fue cada vez más grande.

Y Olimpo, cada vez más cómodo en su ventaja y percibiendo un rival derrumbado, se animó, fue a cerrar el partido y lo hizo sin oposición. Por enésima vez, atacó por la derecha, a sabiendas de que las garantías de Yacuzzi en defensa son muy pocas. Vega lo superó con facilidad, ingresó al área y envió un centro atrás que Gutiérrez aprovechó para marcar el segundo. Al concretar cuatro pases con justeza, el equipo de Perazzo desairó a Central y le dio una estocada de muerte.

Quedaban treinta minutos por delante, pero la imagen de Central en la cancha era lamentable. Así lo notaron los hinchas que viajaron a Bahía Blanca, que comenzaron a hostigar a los jugadores desde el canto. Se sumaron otros irresponsables suspendiendo el partido por unos minutos al treparse al alambrado. Era muy difícil, casi imposible, vislumbrar un Central en condiciones de recuperar el encuentro. Bracamonte, solo frente al arco, marró de manera increíble y perdió el descuento. Ya era muy tarde, el equipo estaba apagado desde el primer tiempo y ni siquiera tuvo ánimos como para revertirlo.

2 Olimpo: Champagne; Martínez, Furios, Moiraghi, Villanueva; Vega, Musto, Blanco, Gutiérrez; Bou, Benítez. DT: Walter Perazzo

0 Central: Caranta; Pérez, Peppino, Casteglione, Yacuzzi; Becker, Méndez, Domínguez, Lagos; Costa, Toledo. DT: Miguel Angel Russo

Goles: PT 1m Vega (O), ST 16m Gutiérrez (O),

Cambios: ST 11m Encina por Becker (C), 29m Bracamonte por Toledo (C), 31m García por Vega (O), 36m Soto Torres por Benítez (O), 42m Miranda por Gutiérrez (O)

Arbitro: Alejandro Toia

Cancha: Olimpo