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Sábado, 5 de junio de 2010

CULTURA / ESPECTáCULOS › CATUPECU MACHU PRESENTA EN EL CEC, SU NUEVO DISCO "SIMETRíA DE MOEBIUS"

Siempre es excitante una nueva etapa

El show incluirá lógicamente viejos éxitos, aunque amoldados a este momento del cuarteto con cambios de audio.

 Por Edgardo Pérez Castillo

Ya sin la electrónica festividad de antiguos hits radiales, Simetría de Moebius está atravesado por una faceta más introspectiva de Catupecu Machu, una de las bandas argentinas que menos le teme a la reinvención. Una vez más, la agrupación liderada por el cantante Fernando Ruiz Díaz se permite experimentar caminos no transitados, sin perder allí la identidad que comenzó a forjar a mediados de los 90. Ahora, y a dos semanas de haber estrenado este nuevo material en el Luna Park, el grupo que completan Javier Herrlein (batería), Martín "Macabre" González (teclados y bajo) y Sebastián Cáceres (guitarra eléctrica y bajo) llegará a Rosario para recorrerlo por primera vez en el Centro de Expresiones Contemporáneas de Sargento Cabral y el río.

Programado para las 22, el show incluirá lógicamente viejos éxitos, aunque amoldados a esta nueva etapa del cuarteto, según anticipó Ruiz Díaz a Rosario/12: "Es una nueva etapa, es la era Simetría de Moebius, donde tocamos los temas del disco nuevo y temas de otras épocas, pero es interesante porque las etapas nuevas, para nosotros, implican cambios de audio, entonces hacemos convivir los temas nuevos con otros que solemos tocar. Siempre es excitante una nueva etapa".

Cada uno de los discos de Catupecu Machu fue marcando no sólo la novedad implícita en esas creaciones inéditas, sino que evidenció además la búsqueda de nuevas sonoridades. Sin perder nunca la estética que, desde hace más de quince años, el grupo supo solidificar. "Las nuevas etapas tienen que ver con las composiciones, con la composición sonora --admitió el cantante y compositor--. Cuando terminás de grabar el disco la gente empieza a conocer las canciones y vos empezás a tocarlas, pero para nosotros la etapa de grabación terminó, entonces todos los discos se van gestando apenas terminó la grabación del anterior, cuando empiezan los ensayos para las presentaciones".

"En los ensayos empiezan a salir cosas, empezás a encontrarte con otros instrumentos, equipos nuevos --detalló--. Ahora nosotros compramos nuevos equipos de bajo, guitarra, teclados, que tiene que ver con presentar el show en vivo. Empezás entonces a tener una nueva relación con los equipos, entonces la etapa del nuevo disco empieza ahora. La etapa de Simetría... empezó cuando empezamos a tocar en vivo el disco anterior, donde tocaba la guitarra criolla. Por éso este nuevo disco tiene una gran impronta de éso. Por otro lado, también, nos pasó que cuando estábamos preparando las presentaciones de Laberintos entre aristas y dialectos (2007) en el Gran Rex y el Opera, en los ensayos empezaron a salir un montón de cosas que terminaron en un nuevo disco, como `Víbora vientre` o `Alter ego`".

Desde hace algunos años, en las mutaciones sonoras del grupo comenzó a influir con fuerza la presencia del tecladista Macabre pero, además, el corrimiento del propio Fernando Ruiz Díaz hacia nuevos espacios de investigación: "En este disco pasó que me compré un teclado, entonces hay temas como `Confusión`, que compuse íntegramente con teclados y después lo grabó Macabre. O `Abstracto`, un tema que inventamos con él cuando llegué a la sala con el teclado y que grabamos con dos teclados, bajo y batería. A la vez Macabre toca otros instrumentos, como la versión de `Oxido en el aire` que estamos haciendo en vivo, donde toca el bajo. Es más, en el disco hay dos temas, `Juego sagrado`y `Anacrusa`, que son a tres bajos, donde Macabre hace las cosas más procesadas, Sebastián hace un bajo más groovero y yo llevo un bajo más agresivo. Son cosas que no habíamos hecho nunca".

Para el cantante no representa un conflicto correrse del lugar de visceral guitarrista que sostuvo desde el origen mismo del grupo, que se oficializó como tal en 1994. "La verdad que me siento muy cómodo y contento, porque las cosas nunca son forzadas en Catupecu. Para mí el instrumento es una excusa para expresar algo. Nunca pensé que iba a estar tocando el bajo, pero ahora me encanta, estoy tocando un montón de temas y a la vez me siento bajista. Tiene que ver con lo que van pidiendo los temas, con las necesidades espirituales. En este disco hay muchas guitarras, pero las eléctricas las toca Sebastián, yo toco el bajo o la guitarra criolla. Está bueno, porque te pone en otro lado, enriquece la música. Además no nos gusta estar en un solo lugar, sino corrernos para otro lado", concluyó el cantante.

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Fernando Ruiz Díaz, cantante del grupo, guitarrista y ahora bajista.
 
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