"Voy a dar un paso a un lado. No me voy a presentar como candidato a la reelección a la presidencia de la Generalitat (Gobierno catalán). Quiero dejar muy claro que es una decisión muy dolorosa", dijo Artur Mas en rueda de prensa.

La decisión de Artur Mas permite un acuerdo entre Junts pel Sí, la coalición secesionista impulsada por él en los comicios catalanes del 27 de septiembre, y la CUP, partido anticapitalista que tiene la cantidad de votos necesaria para investir a un nuevo presidente.

llaPuigdemont, alcalde de la localidad catalana de Gerona y presidente de la asociación que agrupa a los municipios catalanes que defienden la independencia de la región, será quien se presente mañana a la votación de investidura. "Con mucho gusto ayudaré en todo lo que pueda sin reservas y sin pedir ningún cargo. Va con mis principios", dijo Mas.

Mañana expira el plazo para formar Gobierno en la región del noreste de España, de 7,5 millones de habitantes. Las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP estaban enquistadas desde hace tiempo. Hace seis días, los anticapitalistas decidieron no dar su apoyo a Mas. Junts pel Sí insistía en mantenerlo como candidato.

El jefe del Ejecutivo catalán en funciones, de 59 años, había rechazado en todo momento apearse de la presidencia para dejar paso a otra persona de su partido más afín a la CUP, tal y como este partido pedía. "Estoy con ganas de plantar cara a los poderes de Madrid (...), pero también a algunos de aquí que ponen las cosas excesivamente difíciles", dijo el lunes en su primera reacción pública tras conocer el rechazo de la CUP a su investidura.