Yolanda contó que tanto ella como su marido Javier, de 27 años, tienen antecedentes familiares de nacimientos múltiples pero en ningún caso en la cantidad con que se presentó este embarazo.

"Mi mamá tuvo gemelos y la bisabuela de él (Javier) tuvo mellizos", comentó Yolanda a la prensa expresando su deseo de que "nuestras hijas sean únicas hasta en los nombres" por lo que se llamarán Zahara, Acsa, Aixa, Sjael, Zalma, Nahir y Zael.

Javier, el padre está "orgulloso" y "sorprendido" por "la fuerza y entereza de mi mujer" y aseguró que pese que el embarazo fue en algunos momentos complicado "ella nunca descuidó sus cosas".

El joven dijo que la casa en la que viven es alquilada y aclaró que está "levantando de a poco nuestra casita" y a quien lo quiera ayudar le pide trabajo porque actualmente está desocupado.

En este sentido, Yolanda dijo que si consigue empleo "él puede trabajar tranquilamente porque a mi me van a ayudar con mis hijas mi mamá y mi hermana".

Sobre las nenas en gestación la madre dijo que "son chiquitas de 400 gramos, dos de 470 y la más grande de 2,100 kilos".

En el curso del embarazo "estuve con medicamentos y vitaminas, me aplicaron 85 inyecciones porque las nenas me consumían, estuve un tiempo anémica y no engordé nada", agrega Yolanda.

Cuando llegue el momento del parto Yolanda será atendida por profesionales de la Clínica del Iberá de la capital correntina y se calcula que alguno de los bebés deberá permanecer en incubadora varios meses.

Yolanda dice que utilizará la obra social de su madre para cubrir parte del embarazo, pero en verdad la pareja necesitará de la solidaridad de la gente, tanto para alimentar y vestir a los bebés como para acondicionar la vivienda de una familia más que numerosa.