DEPORTES › RIVERO NO SABE LAS RAZONES DE LA LICENCIA QUE LE DIO RAMóN DíAZ

El Burrito se ve más lejos

El volante de San Lorenzo se mostró muy disconforme con la medida del DT. “Son sensaciones que te alejan del club”, dijo.

El volante de San Lorenzo Diego Rivero admitió que la licencia obligada que le impuso por cinco días el entrenador Ramón Díaz y la falta de entrenamiento en ese lapso lo “alejan” de la institución. “Llegué a casa una tarde y me dijeron que tenía licencia por cinco días, que vuelva a entrenar el martes. Son sensaciones que te alejan del club”, reconoció Rivero, quien fue literalmente borrado por Díaz a partir de extender una noche de poker.

El futbolista manifestó su disconformidad con la medida del técnico al señalar que “si no es por un tema táctico, es algo físico o una cuestión de disciplina, pero Rivero siempre tiene un problema”. Y en ese sentido, el volante se quejó porque considera que siempre estuvo dispuesto para jugar y dar lo mejor por el equipo. “Las cosas que se dicen de mi actitud y de mis ganas me confunden, porque cuando me dolió algo practiqué igual y recién después pasé por el departamento médico. Los que me ven entrenar saben que vengo temprano y soy uno de los últimos en irse. Y adentro de la cancha las cosas pueden salir bien o mal, pero mi característica es que siempre dejo todo”, enfatizó el mediocampista, uno de los preferidos de los hinchas, con los que también tuvo momentos de mala relación.

Rivero comentó que la suspensión le “dolió”, pero que incluso tras su regreso no entiende “el porqué”, especialmente “por la situación en la que estaba el equipo”. Según el jugador, no está claro el motivo. “En su momento me dijeron que no fue por lo del poker, que fue por una discusión, pero yo nunca discutí con Ramón. Incluso admití que nos habíamos equivocado y que no se iba a repetir”, precisó el jugador en diálogo con TyC Sports.

Sobre su futuro, si bien siente que será muy difícil volver a jugar en San Lorenzo, Rivero aseguró que seguirá entrenándose con fuerza para tratar de revertir la situación, pero sin renunciar a sus convicciones. “Acato las órdenes, pero no tengo por qué agachar la cabeza y seguiré con la frente en alto. Es normal que el jugador esté fastidioso porque no juega, pero de ahí a tener problemas con el técnico y plantearle cosas... eso acá no sucede”, expresó el ex volante de Chacarita.

Tanto Rivero como el delantero Sebastián Balsas retomaron ayer la actividad en el Nuevo Gasómetro junto con el resto de los futbolistas que no participaron del clásico contra River Plate. Y si bien el volante no sabe “si habrá vuelta atrás”, ya tomó la determinación de “seguir trabajando” por si el entrenador lo necesita. “Veremos su actitud y sus ganas”, avisó el domingo Ramón, que fue ambiguo en las razones de la limpieza. “Nos gusta mucho la disciplina”, destacó, aunque aclaró que no indicó que ése sea el motivo de la “licencia”.

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Rivero seguirá trabajando a la espera de una nueva chance.
Imagen: Fotobaires
 
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