DEPORTES › DAVID RAMíREZ, EL GOLEADOR DEL CAMPEóN DEL CLAUSURA 2011 Y EL SECRETO DEL EQUIPO

“Cuando jugás en Vélez todo se hace realidad”

Para el entrerriano, “el equipo tuvo la proyección que evidencia a un verdadero campeón”, con “individualidades de lujo” y “muchísima experiencia”.

Vélez, campeón del Clausura, tiene a un goleador. Pero por si muchos dan por descontado que el máximo artillero del elenco de Liniers fue Santiago Silva, la realidad marca algo distinto: quien rompió más redes fue David Ramírez. Uno de los pocos refuerzos que trajo el equipo que dirige Ricardo Gareca, el Mago siempre apareció cuando se lo necesitó, y hoy festeja “una merecida consagración”.

–¿Qué tan distinto fue lo que mostró Vélez con respecto a los demás para dar la vuelta olímpica?

–Fue el mejor de todos. Este equipo tuvo la proyección que evidencia a un verdadero campeón. Hay individualidades de lujo; muchísima experiencia; solidez defensiva a partir de un bloque compacto; contundencia adelante con un tridente ofensivo implacable; y especialmente un mediocampo ejemplar. Desde ese centro del campo nació un juego exquisito con circulación de pelota siempre al pie.

–¿El título les deja una especie de vacío al saber que consiguieron en el Clausura lo que estuvieron cerca de obtener en la Copa Libertadores?

–Son torneos completamente diferentes. Obviamente que esta consagración permite digerir mejor, y sin tanto dolor, la eliminación de la Copa, que era nuestro principal objetivo. Pero Vélez siempre quiso ganar todo. Y ésa fue la herramienta esencial para llegar a donde estamos parados hoy. El plantel se amoldó a lo que las circunstancias le pedían y nunca dejó pasar el tren del torneo local, pese a tener la Libertadores en el horizonte. Salió a ganar siempre y el título es una merecida consagración.

–¿Cuesta la adaptación en Vélez?

–Es imposible no adaptarse bien a este equipo. Llegué a principios de año, sabiendo que iba a pelear por grandes objetivos. Y no me equivoqué. Pero pensé que me iba a costar encontrar un lugar en un planteo que ya estaba armado de movida, y en el que era muy complicado ingresar más allá de las credenciales que podía haber traído desde Godoy Cruz. La doble competencia me abrió las puertas y no desaproveché la oportunidad.

–Si le decían al comienzo del torneo que iba a ser el goleador del campeón, ¿lo creía?

–Era algo impensado. Pero finalmente con Vélez todo se puede hacer realidad. Lo cierto es que cuando me necesitaron, pude responder de la mejor manera. En varios partidos me tocó reemplazar a un jugador indiscutido como Silva. Y en esa posición que no estoy acostumbrado, me adapté bien. Fueron ráfagas, porque los goles los convertí principalmente en las primeras fechas, en un comienzo del equipo algo dubitativo, y en las últimas, cuando se necesitó efectividad para no perder la punta.

–¿Por qué ese andar irregular al comienzo del Clausura?

–Porque el inicio de un semestre siempre trae dificultades. A Vélez le costó entrar con ritmo en las dos competencias, pero se recuperó a fuerza de un juego conciso, sin muchas vueltas. La regularidad se consiguió con resultados y no tanto en el fútbol. Después, el juego llegó lentamente.

–¿Cómo explica el aporte fundamental de los juveniles?

–La razón de por qué Vélez es lo que es, está en lo simple que les hace la vida a los jóvenes que aparecen en Primera. Si a los refuerzos se nos hace sencillo brindar nuestro potencial, para los Ricardo Alvarez, Iván Bella o Héctor Canteros son un bálsamo que los lleva a convertirse en figuras indiscutidas. En un contexto favorable, los chicos crecen y muestran una rebeldía interesante dentro de la cancha que en otros casos no lo harían.

–¿Esa es la diferencia entre Vélez y otros equipos grandes que pelean por mantener la categoría, por ejemplo?

–Envueltos en nervios, los equipos pierden visión de juego y la intención de hacerlo bien. Así, los jóvenes se dedican a destruir en vez de construir, y son escasas las individualidades que van por el buen camino.

–Los goleadores viven del gol, Ramírez vive del...

–... ¡juego! De disfrutar dentro de una cancha. El fútbol no es lo más importante en mi vida, como lo sienten muchos otros jugadores. Pero no voy a negar que disfruto cuando veo a equipos como este Vélez.

Entrevista: Matías Quercia.

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David Ramírez, el goleador de Vélez en el Clausura 2011.
 
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