Imagen: Télam.

Una revancha esperada ocurrirá esta noche sobre el ring legendario del Luna Park. Por una de las porciones del título pluma de la Asociación Mundial habrán de enfrentarse el campeón mendocino, Jonathan Víctor Barros, ante su retador panameño Celestino Caballero. El combate a doce asaltos dará comienzo alrededor de las 23 y será televisado en directo por TyC Sports.

En verdad, el choque es un desquite directo del combate celebrado el 2 de julio pasado en Mendoza, en el cual Barros se impuso por puntos a Caballero al cabo de una decisión controvertida y pese a haber sufrido dos caídas. Ante las protestas de Rogelio Espiño, el manager del panameño, quien objetó severamente el fallo, la AMB revisó el video y ordenó la pelea de hoy que se realizará en el estadio de Corrientes y Bouchard luego de que el promotor Osvaldo Rivero se adjudicara la licitación internacional.

Más allá de un veredicto que pareció preparado de antemano, aquella noche mandó el boxeo largo y rápido de Caballero por sobre el barullo que trató de imponer Barros, quien se olvidó de su buena línea, se dedicó a friccionar las acciones tratando de deslucir a su rival y aun así se fue dos veces a la lona. Al panameño le faltó convicción para refrendar la victoria y le sobró suficiencia en el tramo final de la pelea. Si hoy se dedica a boxear con continuidad y puede volver a conectar su derecha, Barros estará en problemas para retener su tercio de corona.

Con un record de 33 triunfos (18 antes de límite) un empate y una derrota, Barros (56,750 kg), de 27 años, hará la tercera exposición del título que le ganara en diciembre de 2010 a otro panameño, Irving Berry. Caballero, por su parte, tiene 35 años, un registro de 34 éxitos (23 por fuera de combate) y tres derrotas y ha sido campeón supergallo de la Asociación y la Federación. En el segundo pesaje dio 57,150 kg. El experto puertorrriqueño Roberto Ramírez será el árbitro de la contienda y los jurados, Alfredo Polanco (México), Thomas Miller (EE.UU.) y Stanley Christodoulou (Sudáfrica). Todos los ojos estarán puestos en ellos.