Un rato antes del partido ante Banfield, que le puede dar a Boca un nuevo título, los socios del club votarán un nuevo presidente. Por el oficialismo se presentará el actual mandatario, Jorge Amor Ameal, secundado por José Beraldi y Roberto Digón, lista que cuenta con el aval del gobierno nacional. Su rival es el ex tesorero Daniel Angelici, con Oscar Moscariello como candidato a vicepresidente, fórmula que es promovida por el ex titular del club y actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Tan enroscada está la elección que el partido San Lorenzo-Tigre, que puede determinar que Boca se consagre campeón sin jugar, quedó envuelto en medio de la polémica, con funcionarios nacionales que querían programarlo para el sábado y colegas de la Ciudad que se opusieron de manera tajante para que Boca no tuviera chances de llegar campeón a las elecciones.

Como pocas veces ocurrió en los últimos años, la elección pinta muy reñida, con apoyos externos para los dos candidatos.

Por ejemplo, el diputado Carlos Heller arremetió contra la alianza de Angelici con Macri y adelantó que votará a Ameal. “Angelici es el macrismo en toda su dimensión, pero sin Macri, es decir, con alguien puesto allí para que lo represente y él moviendo los hilos como el gran titiritero.” Previamente, Heller había criticado el estilo gerencial de Macri y situaciones sospechosas que se habían generado con el manejo del Fondo de Inversión “del que nunca se supo quiénes era sus inversores” y que participó en operaciones poco transparentes como las de Samuel y Palermo, en las que ganó el Fondo, pero Boca no.

Algunos especulan con que se trata de un desempate luego del triunfo del macrismo en la Ciudad y del éxito del Frente para la Victoria a nivel nacional. Ameal busca prolongar su mandato, luego de que se hiciera cargo del club tras la muerte de Pedro Pompilio. Angelici pretende la presidencia, luego de haber sido tesorero y miembro de la actual Comisión Directiva.

Hasta hace unos meses, el triunfo de Angelici parecía cantado. Como delfín de Macri y despegado del oficialismo, al que perteneció hasta el año pasado, cuando votó en contra de la continuidad de Juan Román Riquelme, el empresario ligado a los bingos en la Ciudad lideraba con comodidad las encuestas. Sin embargo, algunos factores se alinearon para que el panorama se modificara. La buena campaña del equipo de Julio Falcioni en el Apertura, que puede culminar con el título el domingo, potenció las chances de Ameal, que además sacó provecho del cierre de un balance con superávit. La otra movida del oficialismo fue formar una alianza que también integran las agrupaciones de Beraldi y Digón.