ECONOMíA › CUMBRE CON EMPRESARIOS BRASILEÑOS Y NEGOCIACION CON LA CGT

Más vale prevenir, dice la UIA

La cúpula de la Unión Industrial se reunirá con las principales cámaras empresarias brasileñas para analizar el impacto de la crisis internacional y definir un marco de cooperación en lugar de competencia. También piden prudencia en los reclamos a la CGT.

 Por Javier Lewkowicz y
Cristian Carrillo

Los empresarios de la UIA se reunirán a mediados del mes próximo con sus pares brasileños para analizar la depreciación del real y las medidas de estímulo a la industria que hace poco aplicó el gobierno de Dilma Rousseff, y potenciar el comercio bilateral. Los industriales argentinos creen que, por detrás de la caída del real, está el problema de la reprimarización y el bajo crecimiento de Brasil, que puede generar problemas junto a la cuestión cambiaria en diversos sectores manufactureros. En ese contexto, la UIA se prepara para la negociación salarial 2012. El complicado panorama internacional, la coyuntura brasileña y la apreciación del peso frente al dólar son los argumentos que la entidad patronal utilizará para buscar suavizar los aumentos salariales. Se reunirán próximamente con la CGT para plantear a los gremios el conocido pedido de “racionalidad” en los reclamos.

En la reunión quincenal de la junta directiva de la UIA que se concretó ayer, uno de los temas centrales fue la situación de la economía de Brasil y la crisis internacional. Atado a eso, la preparación del terreno para aplacar los aumentos salariales el año que viene. “Creíamos que el impacto de la crisis internacional iba a ser atenuado. Pero Brasil primarizó las exportaciones y abrió las puertas a los capitales especulativos, que con la crisis se repliegan. Encima, a corto plazo, la devaluación que está llevando a cabo reduce la competitividad de la industria nacional. Por eso hay preocupación en que la economía brasileña se contraiga y disminuya sus compras a la Argentina. El principal impacto podría estar en el sector automotor”, analizó ante este diario un industrial que asistió a la reunión.

Los empresarios utilizarán esas cuestiones para inclinar la balanza a su favor en la mesa de negociación salarial. Próximamente tendrán reuniones con sindicalistas donde les plantearán “la necesidad de ser racionales en los pedidos de aumentos de salarios para no perder competitividad”, indican. “La idea es establecer un acuerdo tácito antes de sentarse el año que viene a discutir, porque la economía no va a resistir un piso del 25 por ciento de aumento como este año”, auguran. También fue moneda corriente en años anteriores el planteo de que la recomposición salarial genera inflación y pone en jaque la competitividad, aunque después esas proyecciones no se terminen cumpliendo. También deslizaron su intención de que la CGT continúe bajo la conducción de Hugo Moyano “para tener a un sindicalismo centralizado y no atomizado”.

Los industriales, además, se reunirán con sus pares de Brasil, nucleados en la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp). Las entidades patronales de ambos países vienen trabajando sobre ese encuentro desde hace un tiempo, antes del comienzo de la depreciación del real. Sin embargo, el encuentro ahora se resignifica tanto por ese movimiento cambiario como por el plan de estímulo industrial que lanzó hace más de un mes Dilma Rousseff, que prevé, entre otras cosas, un régimen de compre nacional muy favorable a las empresas brasileñas, sin distinción entre firmas argentinas y las de extrazona. “Se está haciendo un seguimiento sector por sector sobre el impacto de la devaluación del real en los flujos de comercio. Si Brasil sigue en esa tónica nos vamos a encontrar con una preocupación muy grande”, afirmó Juan Carlos Sacco, vicepresidente tercero de la UIA.

Durante el encuentro entre los industriales, el economista jefe de la entidad, Diego Coatz, presentó un informe sobre el panorama económico del país vecino. “Hay que tomarse las cosas con cautela. Brasil utiliza un esquema de metas de inflación que los obliga a tener una alta tasa de interés, que atrae capitales y aprecia su moneda. No es tan fácil que salga de ese esquema, es más, eso no se está discutiendo seriamente allá”, explicó a este diario Coatz. “De Brasil preocupa tanto el nivel de actividad como el tipo de cambio. De todas formas, el impacto sobre la industria nacional es muy heterogéneo”, agregó el economista.

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José Ignacio de Mendiguren, titular de la Unión Industrial.
Imagen: Télam
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