ECONOMíA › EL EQUIPO ECONOMICO BUSCA DETENER EL DERRUMBE DEL TIPO DE CAMBIO
Espantapájaros para los capitales golondrina
En un intento por frenar la caída del dólar, el Gobierno decidió instrumentar medidas para desalentar el ingreso de capitales especulativos, mientras que liberó aun más el giro de divisas al exterior.
Preocupado por la caída del dólar, pese a las intervenciones del Banco Central, el Gobierno decidió ayer instrumentar medidas para desalentar el ingreso de capitales especulativos mientras que, simultáneamente, avanzó en la liberación de los controles para el retiro de divisas del país, como pedía el Fondo Monetario. Concretamente, en adelante, todo ingreso de capitales financieros deberá quedar radicado por lo menos 180 días en el país. Según explicó el propio Roberto Lavagna, “son medidas preventivas que buscan frenar la caída del dólar, lo que está afectando el nivel de actividad, el empleo, la recaudación y la competitividad”.
Tras la visita del director del Fondo Monetario, Lavagna se animó ayer a hablar de varias cuestiones pendientes en la agenda de la política económica. El ministro prometió que no habrá aumento en las cuotas del monotributo y contó que le había enviado al titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, para explicarle en detalle el proyecto de lucha contra la evasión que envió el Ejecutivo al Congreso. En tanto, aclaró que pese a las declaraciones del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, todavía no estaba definido que sea un subsidio estatal la solución elegida por el Gobierno para resolver el problema de los deudores hipotecarios en proceso de ejecución. Además, anunció que en los próximos días empezará el canje de Lecops por pesos para el público en general, de modo de avanzar con el plan de unificación monetaria. Y buscó restarle urgencia a la negociación con el Fondo: dijo que “hay tiempo suficiente” para cerrar un nuevo acuerdo a tres años, como propone Washington (ver aparte).
El descenso del dólar, pese a las fuertes compras del Banco Central, es hoy uno de los temas que más preocupa al equipo económico. Por eso, Lavagna se reunió ayer tres horas con el titular del Central, Alfonso Prat Gay, para terminar de definir una serie de medidas cambiarias, que por la noche implementó la autoridad monetaria. Básicamente, dichas medidas apuntan en dos direcciones. Por el lado de la oferta de divisas se establece la condición de que los capitales que no se destinen a la inversión directa de las empresas, o al comercio exterior, deban permanecer al menos 180 días en el país. Así, se busca restringir la llegada de capitales golondrinas que se colocan en el sistema financiero a corto plazo.
Por otro lado, para alentar la demanda de dólares se permitirá a las empresas pagar todas sus deudas en el extranjero, y no sólo las de capital vencido, con divisas giradas desde Argentina; una medida que, de paso, satisface una de las exigencias del Fondo.
“En los últimos tres meses, pasamos de recibir unos 500 millones de dólares mensuales de estos capitales (golondrina) a 900 millones”, explicó Lavagna, para justificar los controles a la salida de capitales, una política que hasta hace poco sonaba a herejía en Argentina. De hecho, el mayor ingreso de dólares “golondrina”, sumados a los que estacionalmente aporta el agro, presionan hacia la baja la cotización del tipo de cambio y dificultan las estrategias del Banco Central para sostenerlo. “El mensaje que queremos dar es que los capitales volátiles no son compatibles en estos momentos con la economía argentina”, agregó el subsecretario de Coordinación Técnica, Leonardo Madcur.
“Tal vez estas medidas puedan levantarse dentro de unos meses ya que las medidas económicas se van gestando diariamente”, afirmó Lavagna. Pero aclaró que este tipo de restricciones “se vienen aplicando desde hace años en una economía más sólida, como la de Chile”. “Nos preocupa tener un tipo de cambio lo más estable posible. La baja del dólar no es buena para la competitividad, el empleo, la actividad económica y la recaudación impositiva”, redondeó el ministro.
La restricción a los capitales golondrina es un tema que se debatió intensamente en la década pasada. En especial, a partir de la crisis del sudeste asiático de 1997. El impacto que esa crisis tuvo en la economía argentina llevó a varios economistas a plantear la necesidad de poner controles a los capitales especulativos. Pero Pedro Pou, desde el Banco Central, y Roque Fernández, desde Economía, junto al elenco de economistas ortodoxos, rechazaron de plano esa posibilidad. El resultado fue que la economía ingresó en una etapa recesiva que recién ahora está terminando. Lavagna quiere cuidarse en salud, y toma una medida que en otros tiempos el FMI hubiera considerado un herejía.