ECONOMíA › POR FALTA DE DIVISAS, GENERAL MOTORS PRIORIZA LA COMPRA DE AUTOPARTES Y SUSPENDE LA IMPORTACION DE AUTOS

De Brasil, los autos vienen por partes

La automotriz norteamericana anunció en San Pablo que dejará temporalmente de vender en Argentina los tres modelos que importaba desde Brasil, porque “el Banco Central no entrega las divisas” que solicitan. Sólo la pickup S10 tiene una participación relativa.

La filial local de General Motors (GM) suspendió temporalmente la importación de autos desde Brasil, debido a que las restricciones en la adquisición de moneda extranjera obligan a la compañía a elegir entre la compra de insumos (autopartes) o de unidades terminadas. Así lo comunicó el presidente para América del Sur de la compañía, Jaime Ardila, en una entrevista publicada ayer en un matutino económico brasileño. El directivo sostuvo que “la industria automotriz no consigue la moneda norteamericana en el Banco Central de la Argentina”, e identificó el problema también con el litigio entre el país y los fondos buitre. Señaló, además, que la decisión de priorizar el pago a los proveedores tiene como objetivo no alterar el nivel de producción local de vehículos.

En la planta de Rosario se fabrican el Agile y el Classic. Este último se exporta a Brasil. Las unidades provenientes de ese país son los modelos de autos Onix y Prisma y la pickup S10, que no se conseguirán en las concesionarias por un plazo todavía indefinido. “Las cosas se deben normalizar cuando el problema con los holdouts se solucione”, sostuvo el directivo de GM.

El responsable a nivel regional de la marca del moño explicó al diario brasileño Valor Económico que la falta de dólares no sólo responde a las restricciones a la compra de moneda extranjera. Estos controles –según señaló– son consecuencia del conflicto con los fondos buitre, que impiden al país buscar capitales en los mercados internacionales y el gobierno nacional decidió proteger el stock de reservas. “Hace un mes que la industria automotriz no consigue la moneda norteamericana en el Banco Central de la Argentina”, sostuvo Ardila. En ese mes el precio de la divisa subió un 1,5 por ciento, desde los 8,29 pesos del 11 de agosto a los actuales 8,42. “Esta es la pérdida diaria que va directo a los resultados”, sostuvo en referencia a la diferencia de cotización en medio de la operación.

La suspensión, que podría extenderse hasta principio del año próximo, se conoce tras una semana de encuentros y desencuentros entre el Gobierno y las automotrices. Hacia fin de la semana pasada, la presidenta Cristina Fernández realizó fuertes críticas a las terminales, a las que acusó de acopiar unidades para boicotear el plan ProCreAuto. El conflicto se origina en la decisión de las terminales de aplicar suspensiones de personal para compensar las pérdidas por la baja en ambos mercados. Estas suspensiones prácticamente se han extendido desde principios de año hasta la fecha, sin interrupción. Axel Kicillof, ministro de Economía, denunció durante la semana “actitudes extorsivas” para obligar al Gobierno a que le entregue las divisas que el sector reclama para importar. “Las casas matrices de las terminales nos quieren trasladar la crisis a nosotros”, agregó anteanoche Cristina durante la cena por el Día de la Industria en Tecnópolis.

El propio Ardiles reconoció que, al igual que en Argentina, las fábricas brasileñas también redujeron horas de trabajo. El directivo sostuvo que se espera una reducción en las ventas de 10 por ciento en el mercado brasileño y de 30 por ciento en el argentino. En el caso brasileño, la situación del comercio con el mercado argentino parece más apremiante, ya que el sector no es competitivo a nivel regional. En cambio, en Argentina se insiste desde el Gobierno en acordar un plan de facilidades, el ProCreAuto, que permita reactivar el mercado de aquí a fin de año. Desde la filial local evitaron dar precisiones, en medio de una negociación que llevan con el ministro Kicillof y su par de Industria, Débora Giorgi, para tratar de apuntalar la actividad.

“Los fabricantes de automóviles tienden a sacrificar los envíos de vehículos para dar prioridad al envío de piezas”, afirmó el presidente de GM Sudamérica. Esta decisión colaboraría a equilibrar la balanza comercial del sector, tradicionalmente superavitaria para Brasil. En 2013 las exportaciones de vehículos y autopartes desde el mercado brasileño totalizaron los 11.200 millones de dólares y las importaciones a la Argentina, 8800 millones.

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Las unidades fabricadas en Brasil por GM dejan, por el momento, de competir en Argentina.
Imagen: EFE
 
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