La Cámara de Senadores convirtió en ley esta semana el proyecto que declara como el Día del Empresario Nacional al 16 de agosto, fecha en la que se recuerda la fundación de la Confederación General Económica (CGE), impulsada y presidida originalmente por José Ber Gelbard, quien fue ministro de Economía de los presidentes Héctor Cámpora y Juan Domingo Perón. Esta iniciativa tomó estado parlamentario por impulso de la Confederación General Empresaria (Cgera) en 2008 y posteriormente fue retomada por el diputado Heller, presidente del Bloque Frente Nuevo Encuentro.

“Esta ley le da un carácter institucional a un festejo que los empresarios nacionales hicieron propio desde 2004, establece el 16 de agosto como día de celebración en conmemoración de la fecha en la que se fundó la CGE, reconoce a esa confederación como la entidad más representativa del sector –por el papel que ha desempeñado en defensa de los intereses del sector y las instituciones democráticas– y resalta la figura de José Ber Gelbard”, destacó Heller.

“Los empresarios nacionales son quienes prefieren producir en nuestra tierra en vez de recurrir a posibilidades que brindan otros países y desde cada región del país se convierten en un invalorable instrumento para la distribución del ingreso y la equidad social”, completó el legislador nacional y referente del movimiento cooperativo. Heller señaló además que “en Argentina, el desarrollo de los empresarios nacionales se ha basado en la existencia de un fuerte mercado interno, asentado en la existencia de trabajo bien remunerado, asignaciones sociales adecuadas y políticas públicas de fuerte intervención estatal”. En ese sentido, subrayó que “los períodos en los que a las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales les ha ido bien y han crecido coinciden con los procesos de sentido popular, que han fomentado el mercado interno a partir de la capacidad adquisitiva de la población”.

En sus fundamentos, la ley detalla que “a lo largo de su trayectoria, y a través de momentos difíciles, la CGE ha dado siempre ejemplo de objetividad y acierto en la orientación de las políticas económicas y sociales que convenían al país” y que “procuró siempre controlar la extranjerización de la economía argentina y desarrollar más el mercado de producción y consumos nacionales; e impulsó como ideas básicas: un país productivo, un mercado interno pujante, un compre nacional para los productos y el desarrollo de industrias estratégicas, entre otras”.