ECONOMíA › SUBIO LA TASA LA RESERVA FEDERAL. AUGURAN EL FIN DEL CICLO ALCISTA

Calma en los mercados sólo relativa

Estados Unidos subió la tasa de interés en un cuarto de punto, y ahora quedó en el 5,25 por ciento anual. Fue el decimoséptimo retoque consecutivo en dos años, lo que se constituyó en la racha alcista más prolongada desde la década del ’70. La sensación que quedó en el mercado es que si bien la Reserva Federal (banca central estadounidense) dejó abierta la puerta a próximos ajustes, el final del ciclo alcista estaría cerca. Esta posibilidad fue recibida con entusiasmo por los financistas. Hubo fuertes alzas en Wall Street y en los recintos latinoamericanos. En Buenos Aires, el índice MerVal recuperó 3,5 por ciento. En el Gobierno también hubo satisfacción.

Con su ya clásico lenguaje hermético, la FED admitió que la medicina monetaria está dando efectos. Y si bien el comunicado del organismo dio cuenta de que “se mantienen ciertos riesgos de inflación”, se nota una desaceleración en el ritmo de crecimiento. Tanto en Nueva York como en la city porteña le dieron más chances al escenario que más les gusta a los financistas: un aterrizaje suave de la economía estadounidense que sea capaz de mantener baja la inflación, y sin perjudicar demasiado el contexto económico y financiero internacional.

La reacción en los mercados fue inmediata. Al 3,5 por ciento de suba en el MerVal se sumaron un alza del 2 por ciento en el Dow Jones; del 2,9 por ciento en el Nasdaq; un 4,7 por ciento en San Pablo y un 4,5 por ciento en la bolsa de México. Los títulos públicos argentinos más negociados también registraron avances importantes: el Discount en pesos subió 3,1 por ciento y el bono Par, el 1,7 por ciento.

En su comunicado, la Reserva Federal suscribió lo siguiente: los indicadores recientes “sugieren que el crecimiento económico está moderándose en relación con su ritmo muy fuerte de comienzos de año”. Esta circunstancia permite, entre otras cosas, que se pinche la burbuja en el mercado inmobiliario, sobrevaluaciones que tenían muy preocupados a los expertos de la FED.

¿Continuará el aumento de la tasa? A diferencia de otras veces, en las que prácticamente se daba por seguro que habría ajustes adicionales, ahora los directores de la FED fueron ambiguos. Plantearon que todavía no están seguros de que las expectativas inflacionarias se hayan morigerado. Y ratificaron la estrategia de monitorear cada dato económico para sacar conclusiones. En la city porteña estimaban que hay un 50 por ciento de probabilidades de que Estados Unidos vuelva a elevar la tasa, en otro cuarto de punto, en la reunión del 8 de agosto. Y que hasta ese nivel llegaría la escalada.

En el Gobierno también respiraron aliviados. Funcionarios de primer nivel consultados por Página/12 estimaron que la tasa internacional tendría un techo del 5,50 por ciento anual. Nada más que un cuarto de punto más que ahora. Y que ese escalón se alcanzaría entre la próxima reunión de la FED o la siguiente, pactada para septiembre. Si bien Felisa Miceli se había encargado de subrayar que la Argentina se encuentra blindada frente a las turbulencias, la realidad es que un escenario de incertidumbre jugaría en contra del crecimiento.

Desde algunos despachos oficiales se percibía que lo peor de la agitación ya pasó. Y que por primera vez en el último mes y medio había chances de que se normalizaran los mercados financieros. La Argentina tiene prácticamente cubiertas sus necesidades financieras anuales, pero lo cierto es que una complicación en la economía global podía impactar en los precios de las materias primas, en especial del complejo oleaginoso, de las cuales dependen buena parte de los ingresos por exportaciones.

Eduardo Levy Yeyati, economista de la Universidad Di Tella, fue taxativo. En diálogo con este diario, señaló que el precio de la soja tiene un mayor grado de dependencia de lo que ocurra en el sudeste asiático que con la tasa en Estados Unidos. Después del comunicado de ayer de la FED, Levy Yeyati también tiene una mirada tranquilizadora sobre la situaciónfinanciera: “La perspectiva de mediano plazo es de una recuperación de los activos financieros. No creo que hasta los niveles anteriores, que eran altos, pero mejorarán respecto de los actuales”, apuntó. Para el corto plazo, no obstante, pronosticó que continuará la volatilidad en los mercados, por lo menos hasta la reunión de la FED de agosto.

Sin contar los rubros más volátiles, como alimentos y energía, la inflación en Estados Unidos se ubica en una tasa anualizada del 2,4 por ciento. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, quiere que baje al 2 por ciento.

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