EL MUNDO › EL LIDER CHIITA AMENAZO A WASHINGTON A CAUSA DE LOS BOMBARDEOS

Moqtada en pie de guerra

Al menos trece muertos y ochenta heridos fue el saldo de la última incursión del ejército iraquí en Sadr City, bastión de la milicia chiíta. El enfrentamiento se extendió a la ciudad de Basora.

El líder chiíta Moqtada al Sadr amenazó a Washington y a Bagdad con iniciar una guerra si continúan atacando el bastión que lleva su nombre, Sadr City. El viernes a la noche, los soldados leales a Bagdad volvieron a irrumpir en el barrio capitalino y se enfrentaron a tiros con los milicianos chiítas en las calles. Casi 24 horas después, el saldo era de trece muertos, más de ochenta heridos y, por primera vez desde 2004, los soldados estadounidenses lograban instalarse y controlar parte del barrio donde viven más de dos millones y medio de iraquíes.

Desde el aniversario número cinco de la invasión estadounidense, Washington y Bagdad decidieron apretar el acelerador y acordonar el hasta ahora intocable líder chiíta. La decisión quedó registrada en un decreto firmado por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, en el que ordenaba allanar y confiscar las oficinas y las armas del clérigo y de sus hombres. A partir de ese momento, cada dos o tres días el cielo de Sadr City se llena de helicópteros Blackhawks negros, que a los tiros abren el camino a cientos de soldados estadounidenses e iraquíes que inundan las calles y, durante toda la noche, detienen sospechosos y se enfrentan contra los milicianos chiítas. El vocero del ejército iraquí informó ayer que en las redadas detuvieron a “varios sospechosos”, allanaron un taller que fabricaba explosivos e incautaron varios autos robados.

Los enfrentamientos se expandieron inmediatamente al sur, a la ciudad de Basora. Los combates, que ya dejaron cientos de muertos, continuaban anoche. Según fuentes del ejército iraquí, sus soldados finalmente consiguieron tomar el control de Al Hayaniyat, la base de operaciones de Sadr en Basora. El vocero del clérigo, Harez al Ezari, señaló que la policía ya comenzó a desalojar todas las oficinas gubernamentales que usaba el grupo chiíta en esa ciudad.

“Lanzo una nueva advertencia y doy mi palabra al gobierno iraquí para que elija el camino de la paz y acabe con la violencia contra su propio pueblo, si no será un gobierno de destrucción”, amenazó el líder religioso chiíta. “Si no detiene a las milicias infiltradas en el gobierno, entonces declararemos una guerra hasta la liberación”, agregó. Según el comando militar estadounidense en Irak, Sadr maneja una milicia de 60 mil hombres, por lejos la más numerosa y poderosa del país. Hasta el mes pasado, el clérigo había mantenido una tregua con los gobiernos iraquí y norteamericano, en un intento por frenar la violencia que tiene como principales víctimas a los iraquíes civiles.

En el resto del país la situación tampoco era tranquila. En el norte, cinco personas murieron y una veintena resultó herida en dos atentados, uno en Mosul y otro en Kirkuk. El primero estuvo dirigido contra un colectivo. El segundo fue el producto de un ataque frustrado de insurgentes contra fuerzas estadounidenses.

Compartir: 

Twitter

Patrullas del ejército iraquí vigilan las calles de Basora, donde combaten milicias chiítas.
Imagen: AFP
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.