EL MUNDO › ANTES DE MORIR, EDUARDO RóZSA FLORES DIJO QUE IBA A BOLIVIA A DIRIGIR LA LUCHA ARMADA CONTRA EL GOBIERNO

El húngaro era agente de Santa Cruz

El presunto líder de la célula terrorista había detallado su plan en un reportaje con la televisión húngara, para difundir si el entrevistado no volvía vivo de Bolivia.

 Por Sebastián Ochoa

Desde Santa Cruz

“He sido llamado para organizar la defensa de Santa Cruz. Entendemos que habrá una ofensiva del gobierno central con el despliegue de las fuerzas armadas e indígenas”, dijo el boliviano, croata y húngaro Eduardo Rózsa Flores a la televisión húngara en lo que fue su “última voluntad”: dar una entrevista a un famoso presentador que sólo se difundiría cuando volviera a Budapest o muriera. El gobierno boliviano preguntó a sus opositores si esta grabación era prueba suficiente de la existencia de una célula terrorista en el país, como muchos dudan. “Declararemos la independencia y crearemos un nuevo país”, advirtió el cruceño meses antes de morir. Sostuvo que lo había “mandado” un tal Consejo Departamental de Santa Cruz.

“No me lanzaría a la selva boliviana para jugar a ser el Che Guevara. No voy allá para atacar o ayudar a una organización para que lance una ofensiva contra la capital, La Paz, o persiga al presidente. No tengo nada que ver con La Paz como piensa. Tenemos que organizar la defensa”, dijo el veterano de la guerra de los Balcanes a András Kepes. Rózsa, que grabó la entrevista el 8 de septiembre de 2008, había pedido al entrevistador resguardar la conversación hasta este momento.

“El Consejo Departamental de Santa Cruz ha votado la creación del cuerpo de seguridad regional. Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia. Si el gobierno (de Evo Morales) no permite la autonomía de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia. Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, que se obtendrán al margen de la ley. Desde Brasil probablemente”, detalló quien fuera periodista, poeta, actor y comandante en la guerra de separación de la ex Yugoslavia.

“No marcharemos con banderas o con varas de bambú, lo haremos con armamento. Sospecho que el gobierno boliviano sabe de mis planes, pero confío en escabullirme por el amplio territorio cruceño”, dijo Rózsa.

El 15 de abril pasado, una bomba estalló en la puerta de la casa del cardenal Julio Terrazas, opositor público de Morales. Al día siguiente, de madrugada, grupos especiales de la policía subieron al cuarto piso del hotel Las Américas, en esta ciudad, y comenzaron una balacera de media hora. Allí murieron Rózsa; Magyarosi Arpád (rumano de origen húngaro), militar; y Michael Martin Dwyer (irlandés), ingeniero. Fueron detenidos Mario Tadic Astorga (boliviano y croata), militar retirado; y Elód Tóasó (húngaro), ingeniero informático. El Ministerio de Gobierno indicó que los sobrevivientes habrían confesado que realizaron el atentado contra el cardenal para atribuirlo al gobierno nacional.

Después de pasar por el hotel, los uniformados allanaron el stand de la cooperativa de teléfonos cruceña (Cotas) en la Feria de Exposición de Santa Cruz (Fexpocruz). Allí encontraron varias armas y explosivo C-4. Cotas es una de las instituciones cruceñas opositoras a Morales. El martes, 25 instituciones, el Comité Pro Santa Cruz y la Prefectura manifestaron que el gobierno nacional montó un show para manchar el buen nombre de los líderes del departamento.

“A aquellos que días atrás hablaban de shows, de montajes, de mentiras, los conminamos a manifestarse públicamente si defenderán la integridad de la patria contra este tipo de ataques terroristas. O si, por el contrario, apoyarán y encubrirán a quienes han intentado y a quienes intenten dividir la sagrada unión de la patria boliviana”, dijo el presidente en ejercicio, Alvaro García Linera, sobre la entrevista a Rózsa.

Croacia, Hungría e Irlanda piden a Bolivia información sobre la muerte de sus ciudadanos. Pero el Ministerio Público mantiene la investigación en reserva hasta el miércoles próximo. Entonces se sabrá si son ciertos los nexos entre la banda de Rózsa y ex carapintadas de Argentina. “Van surgiendo datos, una serie de revelaciones, pero preferimos no especular hasta que no concluyan las investigaciones. Puede haber conexiones”, dijo un funcionario del Ministerio de Gobierno que optó por no difundir su nombre.

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El ex coronel serbio Tadic Astorga, uno de los detenidos por el complot.
Imagen: AFP
 
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