EL MUNDO › BUSH LANZO SUS PRIORIDADES PARA GANAR EN 2004

Este sí es el sueño americano

El presidente de Estados Unidos celebró la victoria de su partido en las elecciones legislativas hablando de su reelección en 2004, de la economía y del futuro Departamento de Seguridad Interior.

Luego de su “toque de distinción” (como calificó el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, la no aparición en público del presidente luego del resonante triunfo republicano en las legislativas), George Bush salió con todo en una larga conferencia de prensa a trazar los planes de lo que queda de su mandato y para decir que obtendrá la reelección en 2004. El presidente de Estados Unidos dijo que el principal objetivo de aquí a fin de año es la creación del Departamento de Seguridad Interior (hasta ahora es una oficina), cuya función es la coordinación de la protección antiterrorista del país, hasta ahora rechazado por la saliente mayoría demócrata en el Senado. Por lo demás, un día después de que la Reserva Federal anunciara un significativo recorte de medio punto a la ya muchas veces reducida tasa de interés (ahora está en 1,25 por ciento), Bush anunció que “ya hemos salido de la recesión, pero debemos hacer a la economía aún más fuerte”. También expresó que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobará hoy el proyecto norteamericano de resolución sobre las inspecciones de armas en Irak (ver nota aparte).
Después de la distinción, la euforia. En la primera aparición pública luego de una elección legislativa de la que los republicanos salieron con mayoría en ambas cámaras, el Bush sin frenos dio rienda suelta a su alegría frente a los periodistas. Pero no dedicó sus primeras palabras a la nueva mayoría republicana, sino a su vicepresidente Dick Cheney, “es un vicepresidente excepcional. Ha hecho un trabajo excelente. Agradezco sus consejos, agradezco sus comentarios, agradezco su amistad. No tengo ninguna razón para cambiar de compañero de fórmula y confío en que cumplirá otro mandato”. Además de anunciar así que se presentará a la reelección y que está confiado en ganar, Bush minimizó la importancia de los severos problemas cardíacos de Cheney, que los tiene desde los 37 años y que lo llevaron varias veces al quirófano para que le realizaran operaciones de by pass.
El presidente norteamericano dedicó unos párrafos para dejarle claro a un Congreso que le será fiel a los dos puntos de su agenda: la mencionada lucha antiterrorista y la cuestión de la economía. “Ahora que las urnas hablaron, llamo a los miembros de ambos partidos. Hablé con los dirigentes de ambos partidos y les aseguré que deseo trabajar con ellos”, señaló. Y anunció que desea que este Congreso, y no el que entra en funciones en enero, apruebe lo que se resiste a aprobar por la actual mayoría demócrata en el Senado: la elevación de Seguridad Interior, a cargo de Tom Ridge, de Oficina a Departamento, o sea, al rango de ministerio.
“Este departamento aumentará mucho nuestra capacidad de proteger nuestras costas, fronteras y ciudades. La elección pudo haber terminado, pero la amenaza terrorista es real”, dijo Bush. También adelantó que pedirá otras medidas, por ejemplo, el seguro inmobiliario contra el terrorismo. “Ello relanzará la construcción y creará miles de empleos de obreros actualmente suspendidos, porque los proyectos inmobiliarios sin seguro no pueden ser realizados”, explicó. Claro que la sensibilidad por el empleo demostrada en un sector de la economía no implica que la muestre en otros: el Departamento de Seguridad Interior estará conformado con mayoría de empleados contratados y no fijos, lo que de algún modo hasta complica la propia tarea de seguridad interior, porque dejaría información sobre posibles planes terroristas en manos de personas que pueden ser despedidas sin problemas y restricciones legales.
Respecto del otro punto, el de la economía, Bush fue suficientemente vago. “Tenemos la responsabilidad de reforzar nuestra economía, de forma de que la gente pueda encontrar trabajo. Los miembros del nuevo Congreso asumirán funciones en enero y tendrán un programa completo. El Congreso actual, sin embargo, retomará sus sesiones en pocos días para ocuparse de temas en suspenso”, dijo. Lo más probable es que la reducción de impuestos para las grandes empresas figure entre las primeras medidas de la relanzada Administración Bush.
Entre las caras largas de los demócratas, el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Dick Gephardt, anunció que renunciará al cargo (es uno de los posibles contrincantes de Bush para las presidenciales) y comenzó la disputa por ver quién liderará una bancada que se parecerá a un convidado de piedra de la administración Bush. Los candidatos son el texano Martin Frost, del ala conservadora del partido, y Nancy Pelosi, del ala más progresista, quien pertenece al estado fuerte de los demócratas, California. Frost ya dejó claro por qué tiene que ser él: “El campo de batalla está en los estados con tendencia moderada y conservadora”. Es decir: hay que ser más papistas que el Papa.

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George W. Bush sonríe relajado y confiado en un momento de la conferencia de prensa.
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