EL MUNDO › MILES DE JóVENES SE MANIFIESTAN EN VARIAS CIUDADES DE ESPAñA

Los “indignados” no se rinden

La Junta Electoral prohibió las protestas del llamado Movimiento 15-M tanto mañana como el domingo, cuando se realizarán los comicios municipales en España. Las manifestaciones crecen a través de las redes sociales.

En España, miles de personas continuaron ayer con el acampe en la Puerta del Sol de Madrid y otras ciudades del país. Ante un escenario de desempleo de más del 20 por ciento, el movimiento de los “indignados” o 15-M (empezó el 15 de mayo) apunta a impulsar una propuesta legislativa para elaborar una ley de participación ciudadana, mediante asambleas populares en acampes multitudinarios.

En Barcelona, Castellón, Valencia, Murcia, Oviedo, Mérida y otras ciudades, miles de personas de todas las edades y estamentos se manifestaron contra los políticos y los recortes a las clases trabajadoras por parte del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.

Como en las protestas de la llamada “Primavera árabe”, los manifestantes propagaron la información mediante las redes sociales por Internet y se espera que se sucedan más protestas similares en otras ciudades del mundo. En la Puerta del Sol madrileña, donde acampan cientos de personas desde el lunes, los asambleístas instaron a convocar reuniones similares en las plazas de cada barrio para que se propongan iniciativas con el objetivo de que el movimiento pueda seguir creciendo.

En Valencia, cuatro manifestaciones reunieron en la tarde de ayer a cientos de personas que se desplazaron hasta la Plaza del Ayuntamiento para reivindicar cuestiones relacionadas con la educación, el transporte y la asistencia sanitaria. En Barcelona, cientos de personas que se congregaron ayer en la céntrica Plaza de Cataluña reiteraron su intención de permanecer allí, independientemente de la decisión que tome la Junta Electoral en Madrid, que declaró las protestas ilegales por su proximidad con la celebración de los comicios municipales.

En ese sentido, y después de seis horas y media, los trece integrantes de la Junta Electoral Central afirmaron que las concentraciones que se lleven a cabo entre la cero hora del sábado 21 de mayo (jornada de reflexión) y durante el día de las votaciones son ilegales por la superposición con las elecciones municipales.

Los argumentos esgrimidos de la Junta justifican que no es legal “la invitación a excluir a cualquiera de esas candidaturas en el ejercicio del derecho de voto”. Además, en el domingo electoral se “prohíbe formar grupos susceptibles de entorpecer, de cualquier manera que sea, el acceso a los locales electorales, así como la presencia en sus proximidades de quienes puedan dificultar o coaccionar el ejercicio del derecho al voto”.

La Junta Electoral trasladó la decisión a todas las Juntas Electorales provinciales, algunas de las cuales habían dictado resoluciones diferentes en la jornada del miércoles. El origen de ese movimiento se sitúa en las manifestaciones que tuvieron lugar el pasado 15 de mayo en varias ciudades españolas y que tuvieron su foco principal en Madrid, donde horas después de la disolución de la marcha varias decenas de jóvenes optaron por una acampada improvisada en la plaza de la Puerta del Sol.

A partir de ahí el movimiento se extendió a otros puntos donde, antes de conocer la resolución, los manifestantes celebraron asambleas en las que se mostraban dispuestos a prolongar su acampe. En una repleta Puerta del Sol, una marea humana expresó su hartazgo con los políticos tanto del socialismo como del opositor Partido Popular, con frases como “Lo llaman democracia y no lo es”, “Esta crisis no la pagamos” o “Esto no se acaba con las elecciones”.

“No nos moverán”, desafiaban “Los indignados” en la Puerta del Sol media hora después de que trascendiera la resolución de la Junta, la cual será analizada en Asamblea. El movimiento “Democracia real ya” reclama una reforma de la Ley Electoral que garantice un sistema auténticamente proporcional, un mayor control de la banca, el aumento de los impuestos a las grandes fortunas y entidades bancarias y el reparto de trabajo a base de reducciones de jornada, entre otros puntos. El jefe de Estado de España, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió respeto por los manifestantes y su protesta pacífica, aunque deslizó que las cosas se cambian con un voto. “Hay que escuchar, ser sensibles porque hay razones para que expresen ese descontento y críticas”, le dijo el mandatario a la cadena Telecinco.

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Una marea humana expresó su hartazgo con los políticos tanto del socialismo como del Partido Popular.
Imagen: Télam
 
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