El presidente de Francia, François Hollande, fue recibido ayer por el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, a su llegada a Madrid para presidir la XXIII cumbre bilateral, en la que analizarán la agenda de la Unión Europea (UE) y ultimarán detalles de la puesta en marcha del tren de alta velocidad AVE Barcelona-París. Hollande y Rajoy, en el complejo de La Moncloa, saludaron al resto de las delegaciones de cada país.

Los dos mandatarios renovaron ayer en Madrid su frente común en la Unión Europea y solicitaron a sus socios un cumplimiento “en tiempo y forma” de la hoja de ruta hacia un sistema de unión bancaria para “restablecer el flujo de financiación”. “Debemos lanzar un mensaje claro –afirmó Hollande–. Va a comenzar otra fase y no volveremos a vivir crisis bancarias como las que hemos atravesado.” “Superada la fase crítica de incertidumbre, Europa no puede ni debe bajar la guardia. Debemos seguir promoviendo un proceso de reforma con la máxima celeridad posible”, apuntó Rajoy.

El mensaje que dieron fue claro y conjunto: “La crisis está tocando a su fin”, expresaron optimistas en la segunda cumbre presidida por ambos y con una situación “bien distinta” de la que atravesaba la UE en su último encuentro, en octubre de 2012. “Entonces nos preguntábamos por el futuro de la Zona Euro. No sabíamos si se iba a fragmentar. También por la situación de España y su sistema bancario. Un año después, hemos salido de esa fase”, apuntó Hollande.

Ambos presidentes solicitaron a Bruselas que se agilicen las medidas encaminadas a ampliar la capacidad de financiación y regular las finanzas en Europa. “¿Cómo? A través de la unión bancaria, que permitirá vigilar, supervisar y resolver posibles dificultades en determinadas entidades”, explicó el presidente francés. Este es uno de los puntos que previsiblemente abordará el Consejo Europeo en diciembre. “Esperamos que se pueda aprobar”, desearon ambos presidentes.