EL MUNDO › A CINCO DIAS DEL PLEBISCITO INDEPENDENTISTA, EL RESULTADO ES INCIERTO

Pánico británico al “Sí” de Escocia

El pánico que provocó el domingo pasado el sondeo que daba la ventaja al “Sí” desató una virulenta campaña del “No”, que incluyó el aterrizaje, el miércoles en Escocia, de la plana mayor de la élite política, encabezada por Cameron.

 Por Marcelo Justo

Desde Londres

“¿Debería Escocia ser un país independiente?” El barómetro de las encuestas a esta pregunta que más de cuatro millones de ecoceses decidirán el jueves es un sube y baja que desespera a Inglaterra y los que apoyan la unión entre ambos países y Gales sellada en 1707 y conocida como Gran Bretaña.

El pánico que provocó el domingo pasado el sondeo que daba la ventaja al “Sí” desató una virulenta campaña del “No”, que incluyó el aterrizaje, el miércoles en Escocia, de la plana mayor de la élite política, encabezada por el primer ministro, el conservador David Cameron; su socio en la alianza que gobierna desde 2010, el liberal demócrata Nick Clegg, y el jefe de la oposición, el laborista Ed Miliband. Los bancos y las empresas salieron también a advertir al electorado sobre el peligro económico de la independencia y su decisión de mudarse al sur si triunfaba el “Sí”.

El viernes por la mañana, la estrategia parecía haber dado resultado. Una encuesta de You Gov, la misma que el domingo le había dado dos puntos de ventaja al “Sí”, situaba ahora al “No” con cuatro puntos más. Otros tres sondeos repetían, punto más, punto menos, estos guarismos. Pero la inquietud persistía y tanto el ministro de Economía, George Osborne, como el presidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, hicieron saber que no viajarían a Australia para la reunión de ministros de finanzas y bancos centrales del G-20 el próximo fin de semana porque tenían que estar en el Reino Unido para el referendo. “Este es un momento crucial para nuestro país”, explicó Osborne. Los mercados interpretaron esta decisión como miedo y la libra volvió a caer frente al dólar como a principios de semana.

Las cosas no han mejorado para el gobierno este sábado con la publicación de una encuesta de ICM para el matutino The Guardian, que le da una ventaja de dos puntos al “No”, con un 17 por ciento de votantes indecisos. La ventaja resulta ínfima, no sólo por el 2 por ciento de margen de error sino porque la tendencia de voto del último mes viene soplando a favor del “Sí”.

En septiembre del año pasado, el “No” tenía una cómoda ventaja de 20 puntos que, a principios de este año, bajó a 15 y se convirtió en 10 en agosto antes de que, en las última tres semanas, se viera un avance constante del “Sí” que ha llevado a este estado de pánico en Westminster. Los analistas todavía predicen una ventaja mínima del “No”, pero todos abren el paraguas. “Si uno toma la tendencia del pasado mes todavía es ventaja al ‘No’, pero apenas y por el momento”, señala en el The Guardian el analista Alberto Nardelli.

Un factor crucial en el cambio de tendencia ha sido el voto laborista escocés, que solía ser pro-unión y que con el gobierno de la coalición conservadora-liberal demócrata y su programa de austeridad ha empezado a percibir la independencia como única alternativa para un cambio: un 30 por ciento ha dicho que se inclinará por el “Sí”. Nadie sabe cuántos laboristas indecisos quedan, pero en el “No” sacaron de su semirretiro al escocés ex primer ministro laborista Gordon Brown a hacer campaña y promesas de mucha más autonomía a nivel impositivo y del gasto para convencer a los vacilantes.

La participación electoral será clave. Todo parece indicar que habrá una concurrencia record a las urnas, que algunos sondeos sitúan en el 90 por ciento, factor que favorecería al “Sí”, que ha conseguido apasionar a los escoceses con la idea de cambio y refundación nacional. Los indecisos son la otra llave de este misterio. Ni siquiera el porcentaje está claro. ICM lo ubica en 17 por ciento, TNS en un 23 por ciento.

El voto femenino, que hasta hace poco se inclinaba mayoritariamente por el “No” (un 67 por ciento a principios de agosto), se sitúa ahora entre 50 y 58 por ciento. En un sector, el “No” parece sostener sus preferencias, en parte por tradición y nostalgia imperial, en parte por miedo: los jubilados. Muchos temen el impacto económico que produciría un país independiente que, según indicó la Unión Europea, tendría que renegociar su pertenencia a la Unión. En el lado opuesto se hallan los chicos de 16 y 17 años, que tendrán por primera vez derecho al voto y que parecen más predispuestos al cambio. Estos últimos días de campaña deberán inclinar la balanza en una u otra dirección.

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El ministro principal de Escocia saluda a una monja en una marcha nacionalista en Perth.
Imagen: EFE
 
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