EL MUNDO › EL LíDER DE SYRIZA TENDRá QUE APLICAR EL TERCER RESCATE ACORDADO CON LOS PRESTAMISTAS

Grecia vuelve a confiar en Tsipras

El partido izquierdista Syriza ganó con más de siete puntos a Nueva Democracia, de Evangelos Meimarakis. Tsipras repetirá la coalición de gobierno con Griegos Independientes, un partido de derecha.

Alexis Tsipras recuperó el impulso político perdido tras la firma del tercer rescate financiero de Grecia. Con el 63,5 por ciento de los votos escrutados, el partido izquierdista Syriza, encabezado por el ex primer ministro, ganó con más de siete puntos (35,4 por ciento frente a 28,3 por ciento) a Nueva Democracia, de Evangelos Meimarakis, su gran rival, quien reconoció su derrota y felicitó a Tsipras. Los comicios, que estuvieron marcados por una participación del 55 por ciento (ocho puntos por debajo de lo que se registró en la elección de enero), estuvieron marcados por la abstención en torno al 44 por ciento. En un discurso ante cientos de simpatizantes en el centro de Atenas, Tsipras anunció que repetirá la coalición de gobierno con Griegos Independientes, formación de la derecha soberanista liderada por Panos Kammenos, quien fuera su ministro de Defensa entre enero y agosto de este año.

La suma de ambas fuerzas contará en el Parlamento con 155 diputados (145 de Syriza y 10 de Griegos Independientes), de un total de 300 escaños, superando así la mayoría de 151 diputados necesaria para gobernar.

Antes de fundirse en un abrazo con el propio Kammenos, que subió al estrado para acompañarlo, Tsipras dijo: “Quiero dar las gracias encarecidamente a los Griegos Independientes de Panos Kammenos, que unen sus fuerzas con nosotros bajo la bandera de la honestidad y la lucha”. “Mañana a la mañana avanzaremos con el primer ministro Tsipras para abandonar las políticas de austeridad”, adelantó por su parte Kammenos.

En su breve discurso, Tsipras aplaudió lo que dio en llamar una victoria del pueblo, e interpretó ese apoyo como un mandato cristalino para gobernar cuatro años, después de un 2015 muy agitado y marcado por tres citas electorales y el riesgo real de una salida del euro. “Esta lucha la continuaremos durante cuatro años, porque hemos recibido un mandato para cuatro años”, remarcó el dirigente de 41 años.

Además de repetir coalición, Tsipras se librará previsiblemente en el Parlamento de Unidad Popular, la disidencia interna que tras oponerse al nuevo rescate formó un partido favorable a una salida del euro. Esa formación, en la que milita la ex presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, se quedó por debajo del umbral del 3 por ciento de los votos necesario para entrar en la cámara. El recuento parcial ubicó como tercera fuerza política a los neonazis de Amanecer Dorado, con un 7,06 por ciento de los votos y 19 escaños, dos más que en el Parlamento saliente.

Por detrás se situaron el Pasok socialista, que tenía el 6,40 por ciento de los votos (17 diputados) y los centristas de To Potami (4 por ciento, 11 diputados). La nueva cámara tendrá ocho partidos, uno más que en la anterior, con la entrada de la Unión de Centristas (9 escaños).

La victoria de Tsipras era muy esperada por las fuerzas de izquierda de otros países de la Eurozona sometidos a políticas de austeridad como España, Portugal o Irlanda, que celebrarán elecciones en los próximos meses. Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista español Podemos, estuvo con Tsipras en su mitin de cierre de campaña el viernes, y espera que este triunfo lo refuerce en las legislativas españolas, previstas hacia el mes de diciembre. “Los griegos están diciendo bien claro a quién quieren de primer ministro.Felicidades, @tsipras_eu Fuerza, amigo”, escribió Iglesias en su cuenta de Twitter para felicitar al ganador de las elecciones helenas.

Con este triunfo, el líder de Siriza recupera impulso político y, al mismo tiempo, se deshace de la rebelión del ala más radical de Syriza, que levantó su voz en contra del acuerdo de rescate financiero con los acreedores europeos del país, el tercero desde 2010, firmado pese a que una mayoría lo rechazó en un referéndum sólo días antes.

Tsipras llegó al poder en las legislativas del 25 de enero con la promesa de poner fin a las políticas de ajuste aplicadas desde 2010 a cambio de dos planes de rescate internacional, y que contribuyeron a la profunda crisis económica que atraviesa su país. El 5 de julio se anotó una victoria política al triunfar el “No” a las condiciones de los acreedores (Unión Europea y Fondo Monetario Internacional) para el desembarco de un tercer rescate, pese a un contexto de fuerte tensión en Grecia, donde para proteger al sistema bancario se instauró días antes un control de capitales que sigue vigente. Finalmente, el 13 de julio en Bruselas, Tsipras terminó por aceptar dicho plan, en un momento en que la salida del euro era un riesgo muy real. A cambio del nuevo rescate, de 86.000 millones de euros que se desembolsarán a lo largo de tres años, se comprometió a aplicar nuevos ajustes fiscales, reformas y privatizaciones.

Sin embargo, prometió que en la aplicación de esas medidas trataría de proteger a los más vulnerables, y que lucharía para que se alivie la deuda pública del país, que con el nuevo plan ascenderá al 200 por ciento del PIB. “La salida de la crisis no vendrá de forma mágica, pero vendrá”, auguró Tsipras el viernes, y señaló que ese repunte se dará gracias a la lucha de su futuro gobierno en favor de los más frágiles, la protección social y la redistribución de la riqueza.

El giro político de Tsipras, luego de conseguir un fuerte respaldo cuando más del 60 por ciento de los griegos votaron en contra de las medidas de austeridad reclamadas por los acreedores de a eurozona, no sólo quebró a Syriza sino que dejó sin rumbo a muchos simpatizantes de izquierda que en enero pasado habían votado por un cambio. Al mismo tiempo, echó por tierra todos los pronósticos fatalistas que describían al entonces premier como un líder radical, dispuesto a salirse de la Eurozona y romper con la UE.

Al dar marcha y aceptar un nuevo paquete de medidas de ajuste, Tsipras se ganó el apoyo de amplios sectores de centro, quienes pese a estar sufriendo con la crisis económica, creen que la salida de la moneda única sería aún peor para el país.

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“Esta lucha la continuaremos durante cuatro años”, dijo el dirigente, de 41 años, ante sus seguidores.
Imagen: EFE
 
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