EL MUNDO

La oposición paquistaní intensifica la resistencia

El juez Chaudhry, bajo arresto, movilizó a mil abogados y Bhutto arma su estrategia.

Cerca de mil abogados enfrentaron ayer a la policía en las calles de Pakistán desafiando el estado de sitio que ya lleva cuatro días. Los choques y arrestos en varias ciudades se produjeron luego de que Iftikhar Chaudhry, el destituido jefe de la Corte Suprema, llamara a rebelarse a los profesionales. Mientras la UE e India se sumaron a la tibia presión ejercida por la Casa Blanca sobre Paquistán, la opositora Benazir Bhutto, del Partido Popular Paquistaní (PPP) y cercana a Washington, llegó a Islamabad para condenar el estado de excepción, aunque sin definir acciones inmediatas. En cambio, el jefe del opositor Movimiento para la Justicia, Imran Khan, llamó a la movilización y criticó tanto a EE.UU. como a Bhutto por respaldar al golpista presidente, Pervez Musharraf.

Con piedras y trompadas, cientos de abogados chocaron con la policía cuando intentaban marchar en la ciudad central de Multan en rechazo del estado de emergencia y la suspensión de la Constitución que el sábado pasado impuso Musharraf. Luego de ser reprimidos con bastones de madera, al menos nueve abogados fueron detenidos y hubo heridos. Asimismo una protesta en un edificio gubernamental fue dispersada con gases lacrimógenos y palazos. Incidentes similares se repitieron en las localidades de Lahore, Karachi, Quetta, Peshawar y Rawalpindi.

Mientras el gobierno paquistaní salió ayer a rechazar críticas de la comunidad internacional, sectores de la oposición intensificaron la resistencia. Antes de la movilización de abogados, el juez Chaudhry llamó a enfrentar a Musharraf. “Lleven mi mensaje al pueblo de Pakistán. Ha llegado la hora de alzarse contra la dictadura de Musharraf y sacrificarse en la defensa del derecho”, dijo por celular Chaudhry, bajo arresto domiciliario, a abogados opositores de la capital.

Después de que el presidente decretara el sábado el estado de excepción, el jefe del Tribunal Supremo y otros siete jueces de ese órgano jurídico fueron destituidos y puestos bajo arresto domiliciario, justo cuando iban a fallar sobre la validez del triunfo en elecciones de Musharraf. En tanto, más de 3500 personas, entre ellas abogados, jueces, altos funcionarios y militantes, fueron detenidos en los últimos días.

Por su parte, la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto anunció ayer que se reunirá con la oposición, antes de viajar a Islamabad, donde arribó por la noche. “Me voy a entrevistar con los responsables de otros partidos sobre esta situación para elaborar una estrategia común”, dijo desde el aeropuerto de Karachi, una ciudad sureña donde reside desde su regreso al país, el 18 de octubre, después de ocho años de exilio voluntario. El mes pasado el general Musharraf, que llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1999, concedió una amnistía a Bhutto por los cargos de corrupción en su contra, lo que permitió que regresara.

No obstante, Bhutto ahora dejó en claro que no piensa reunirse con Musharraf, pese a que antes del estado de excepción negociaba con él un acuerdo para el reparto del poder ante las elecciones legislativas programadas para enero. Si bien la moderada líder opositora exigió ayer que se levantara el estado de emergencia, hasta ahora no ha pedido a los miembros de su influyente partido que salgan a las calles, en un intento de que el descontento social no se le vaya de las manos, dijeron fuentes consultadas por Página/12.

Pero el político opositor Imran Khan (ex astro del cricket, el deporte más popular en el país) fue más contundente en sus amenazas, tras huir del arresto domiciliario en el que estaba desde el domingo. “Nuestro objetivo es continuar la batalla y movilizar a la juventud del país desde la clandestinidad. Esta movida de Musharraf va a encender la militancia y el extremismo. Cuando se reprimen las fuerzas democráticas, entonces la única manera de resistir es a través de la militancia”, advirtió. No sólo denunció que EE.UU. es cómplice o sabía lo que iba a suceder, sino que además cuestionó a Bhutto, cuyo partido no ha sido tocado por las autoridades, a diferencia del resto.

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El dirigente Sabir Shah, de la Liga Musulmana, grita consignas tras ser arrestado en Peshawar.
Imagen: AFP
 
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