EL PAíS › ESTEBAN BULLRICH ASUMIó COMO NUEVO PRESIDENTE DE RECREAR

Al macrismo le nació un hijito

Ex compañero de fórmula de López Murphy y hoy ministro porteño, Bullrich prometió convertir a Recrear en parte orgánica del macrismo. Ganó una interna tan plagada de denuncias de irregularidades que provocó la renuncia del Bulldog.

La agonía política de Ricardo López Murphy sumó ayer un nuevo capítulo cuando su otrora fiel candidato a vicepresidente, Esteban Bullrich, asumió formalmente como nuevo titular de Recrear. Si bien ante lo inevitable el Bulldog ya había renunciado al partido semanas atrás dando un portazo, lo cierto es que la nueva tendencia que pregona relaciones carnales con el macrismo le fue ganando terreno hasta desplazarlo completamente. Ahora, entre críticas al personalismo del Bulldog, el modelo de partido que impulsará el también ministro de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad será el del PRO de Capital con todas sus alianzas y coqueteos. Y, como para que las escandalosas elecciones internas (en las que hubo denuncias de fraude y hasta trompadas) no manchen ese perfil de derecha republicana que con tanto esmero buscó instalar su predecesor, su primera decisión fue contratar una ONG para aclarar lo sucedido.

En el acto que se realizó en la sede de Avenida de Mayo estuvieron presentes el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Economía de la Ciudad, Néstor Grindetti. El encargado de pasarle la banda fue el procurador general de la Ciudad y hasta ahora presidente partidario, Pablo Tonelli. Todo tiene lógica, dado que la gran disputa entre ambas corrientes era básicamente PRO o no PRO. Mientras López Murphy siempre consideró una deslealtad el vacío de Macri en las últimas elecciones nacionales, la línea de Bullrich jugó fuerte por una alianza más vigorosa. “La idea es ser cada vez más orgánicos con el macrismo”, reconoció el flamante presidente a Página/12.

En cuanto a las ideologías, nada cambiará mucho. Hoy, el sector critica la incoherencia del partido que permitió peculiares alianzas a lo largo del país (“No puede ser que Recrear vaya con PRO en la Capital, contra PRO en la provincia de Buenos Aires; con el gobernador Jorge Capitanich en el Chaco y con los radicales K en Catamarca y Santiago del Estero”, se quejaba ayer el nuevo vicepresidente de Recrear, el tucumano Pablo Walter) y lo contrapone con la “coherencia” del jefe de Gobierno. “Tenemos que generar una estructura a nivel nacional, y el modelo es el del PRO en Capital, que incluye a radicales y peronistas”, aseguró Bullrich. Sin embargo, luego reconocería que de acá en más, Recrear seguirá “defendiendo las ideas liberales que defendía López Murphy”.

Lo cierto es que a pesar del alejamiento, el fantasma del fundador de Recrear sobrevoló la asunción de ayer. “Cuando soñamos en asumir esta responsabilidad pensamos que Ricardo iba a estar acompañándonos. Sin embargo, desde acá quiero mandarle un gran abrazo y suerte en el nuevo camino que quiere emprender”, dijo ante las cámaras. Es que hasta al mismo Bullrich lo tomó por sorpresa la desafiliación del Bulldog.

El sismo en Recrear tuvo sus principales episodios en las internas bonaerenses del 6 de abril pasado. Allí arrasó Bullrich y, por su magnitud, le alcanzó para obtener la cantidad de votos necesarios para consagrarse como presidente partidario. Pero la elección fue denunciada judicialmente de fraude por el bulldoguismo ante la jueza María Servini de Cubría y ante el juez federal de la Plata, Manuel Blanco. A partir de ese momento, las hasta ese entonces pequeñas rispideces se volvieron cuestiones irreconciliables.

Sin embargo, en su discurso Bullrich buscó bajarle el tono a la disputa: “Las acusaciones no ayudan para construir una alternativa, pero no vamos a entrar en el terreno del agravio porque la gente está harta de esta forma de hacer política. Argentina busca convicciones, no agravios”, dijo. Es por eso que para que auditen las internas, contrató a las ONG Cippec y Poder Ciudadano. Pero no todo podían ser flores para el Bulldog. Bullrich necesitó diferenciarse y el eje de su ofensiva fue el personalismo que cultivó el fugaz ex ministro de Economía: “La gran batalla que tenemos por delante es dejar de depender de una persona y pasar a ser la fuerza de una política”, refregó.

“Renuncié por vómitos, lo mío fue una náusea”, explicó López Murphy su salida en una entrevista a Página/12. Así es como aseguró estar satisfecho con su decisión, negó estar en su peor momento y dijo disfrutar de la “lozanía juvenil de la defensa de los valores”. Y si bien de cara al futuro no cerró ninguna puerta, habló con gusto de las perspectiva de Elisa Carrió como líder de la oposición: “De todas las fuerzas, ella fue la que más votos sacó en las últimas elecciones. Tiene una gran responsabilidad por delante, como yo la tuve cuando estuve en esa situación”, analizó. Del acto de ayer prefirió no opinar, aunque no pudo dejar de deslizar alguna de sus críticas. “Más allá de lo que resuelva la Justicia respecto de nuestras denuncias, los proyectos políticos requieren entusiasmar, previsibilidad y reputación. Eso es lo que creo que Recrear perdió a lo largo de todo este proceso.”

Informe: Diego González.

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Esteban Bullrich asumió con la presencia de dirigentes macristas.
Imagen: Rafael Yohai
 
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