EL PAíS › SIGUEN LAS NEGOCIACIONES ENTRE TRABAJO, LOS TRABAJADORES Y LA FIRMA

En Kraft el acuerdo todavía se hace desear

Aunque parecía que hoy iba a ser un día clave para la resolución del conflicto de Kraft Foods, anoche surgían algunas dudas. Tras dos meses de crisis en la multinacional, ayer el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, se mostraba optimista en que podía darse un gran paso hacia su resolución. Pero más tarde otras fuentes advertían que las perspectivas ya no eran tan claras. Y entre los trabajadores se perfilaban claras diferencias entre los que quieren cerrar un acuerdo en concordancia con el acta presentada el miércoles por la empresa y quienes rechazaron ya esa propuesta y desconocerían una resolución en ese sentido. Lo cierto es que esta madrugada se harán dos asambleas, en las que los operarios de los turnos noche y mañana decidirán si aceptan o no la proposición patronal, que contempla otras 40 reincorporaciones. El nudo del conflicto consiste en saber si entre esos 40 están los 32 suspendidos que mañana deberían reintegrarse de todas formas al haberse cumplido los 15 días con que los habían penalizado.

El conflicto tiende a “normalizarse definitivamente”, sostuvo ayer Tomada y aseguró que espera que hoy se pueda “firmar finalmente un acuerdo que encauce” el enfrentamiento gremial. Con estas expectativas, esta tarde desde las 15 se llevará a cabo un encuentro entre las partes en la sede del ministerio, sobre Leandro N. Alem al 600. El funcionario consideró que la propuesta presentada ayer por la patronal contiene “avances impensables en los momentos en que comenzó el conflicto”, al que calificó como “por lo menos desproporcionado en las conductas y en la intransigencia”.

En el mismo sentido se manifestó uno de los integrantes de la comisión interna de la ex Terrabusi, Ramón Bogado (PCR), quien confirmó que “la mayoría” de los trabajadores del turno tarde se mostró a favor de avanzar en un acuerdo, siempre y cuando se establezca la diferencia entre la nómina de despedidos y de suspendidos, algo que no figuraba en el acta presentada el miércoles. El mandato de ayer será tratado a primera hora de hoy, cuando voten los empleados de los otros dos turnos. El convenio prevé la reincorporación de 40 trabajadores más, lo que sumado a los 30 que ya habían sido readmitidos, más los suspendidos que mañana deben reintegrarse a sus funciones, dejarían poco más de 20 casos aún por resolver. Estos se estudiarían uno por uno en el Ministerio de Trabajo bonaerense, en un plazo no mayor a 60 días. En ese lapso, los trabajadores se comprometen a mantener una “paz social”, es decir, a no tomar más medidas de fuerza.

Sin embargo, en diálogo con este diario, el delegado Oscar Coria (ligado al PTS) aseguró que la asamblea de ayer por la tarde carece de legitimidad debido a la presencia de representantes del ministerio y la empresa. Coria además remarcó que en otro plenario, realizado en paralelo y afuera de la planta, con la presencia de los trabajadores suspendidos y despedidos, se acordó rechazar el acta en cuestión, por lo que cualquiera que decida algo en sentido contrario “estaría desconociendo su mandato”. Su compañero Javier Hermosilla respaldó: “No vamos a aceptar condicionamientos: no podemos aceptar una cláusula de paz social”. Consultado por Página/12, un funcionario de jerarquía en el Ministerio de Trabajo también mostró su escepticismo: “Da la sensación de que no van a entrar”, confió, por lo que el pronóstico para la reunión de esta tarde es, a todas luces, reservado.

Informe: Nicolás Lantos.

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Entre los trabajadores hay diferencias por el posible acuerdo.
Imagen: Télam
 
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