EL PAíS › LOS FESTEJOS A CONTRAMANO DEL LUTO CIUDADANO

El odio y los resentidos

“¡¡¡Alegría, muchachos, alegría!!! La mentira de los desaparecidos comienza a apagarse” se escribió en una página web. En una esquina pintaron “Viva el colesterol”.

 Por Gustavo Veiga

Lo virtual dejó de ser virtual en la red global desde la mañana del último miércoles. Se tornó tan penoso como real. Allí encontraron lugar los festejos, con sordina o sin ella, por la muerte de Néstor Kirchner, similares a los que en 1952 acompañaron a la muerte de Evita. “Viva el cáncer”, pregonaban en aquella oportunidad. “Viva el colesterol”, pintaron un graffiti ahora en la esquina porteña de Junín y Viamonte. Nazis criollos, ultramontanos con o sin uniforme, empresarios de la pampa húmeda, conductores que hicieron sonar sus bocinas en Córdoba, Entre Ríos y la Capital Federal y una cantidad de cibernautas escudados en el anonimato se regodearon en la desgracia. Dejaron sus huellas en las calles o en Internet. El contraste resulta notable entre esas expresiones y la multitud dolorida que despidió al ex presidente en la Casa Rosada, en el cortejo fúnebre hacia el Aeroparque y durante el sepelio en Río Gallegos.

En un foro llamado el Nacionalista, un nazionalista escribió: “Alegría muchachos alegría!!!!!! Si Dios quiere a partir de ahora comienza una etapa en la que el progreso empezará a tomar impulso. La mentira de los desaparecidos comienza a apagarse!! Viva Argentina!!!”. Mensajes como éste, decorados con la cara de Hitler o una Cruz de Hierro, proliferan en la misma página web. “Creo que se ha infravalorado el daño que este psicobolche ha hecho a la patria, con su apoyo indisimulado a la soberanía gay y toda una serie de aberraciones reñidas con las más elementales jerarquías nacionales”, dice otro. Uno incita a sus camaradas –se llaman a sí mismos de ese modo– a descifrar el significado de una sigla, Q.S.P.E.I. Y se responde él: “Por si no lo saben... Que se pudra en el infierno”.

En la página http://todosgronchos.blogspot.com, cuyo webmaster se define platense, vinculado con los medios de comunicación e hincha de Estudiantes de La Plata, un sommelier y barman mendocino, Martín Benegas, escribió el 27 de octubre a las 11.38: “No me pidan que no me alegre, yo también lo quería ver en cana atendido por todo el pabellón de Sierra Chica o por lo menos que tuviera una muerte más dolorosa, pero bueno es lo que hay, estoy muy contento y creo que este es un gran día”. Un anónimo sumó su adhesión a la muerte del ex presidente: “La verdad, me parece bárbaro que se haya muerto. Sin odio ni venganza. Bárbaro que se fue el mal tipo ese. Ahora habrá que ver de qué madera está hecha Cristina. Quién sabe, por ahí se despierta y nos sorprende... y de última se abrió la cancha para el 2011”. El odio que viaja por la autopista informática también transitó por las calles de distintas ciudades. En Córdoba, el intendente de Villa María y referente kirchnerista en la provincia, Eduardo Acastello, comentó a horas de conocida la noticia: “No es un buen día para nosotros y mucha gente, salvo para algunos que tocan bocina cuando pasan frente a mi casa. La verdad que es incomprensible... El resto es dolor”. Un hecho parecido se produjo en Paraná, Entre Ríos. El dirigente de la JP Juan Manuel Huss se indignó con “algunos estúpidos que pasaron tocando bocina y festejando que se haya muerto una persona” frente a la sede del PJ. Comparó esa actitud con la de quienes en 1952 escribieron consignas como “Viva el cáncer” o arrastraron bustos de Evita por las calles cuando falleció con apenas 33 años. “Son gorilas miserables, no se los puede nombrar de otra forma, porque la muerte de una persona no se festeja.”

Al sudoeste de Buenos Aires, en la zona ganadera de Saladillo, un medio local publicó la historia del empresario que festejó en Facebook. “Se murió Kirchner!!! Dónde es la fiesta????”, “Che, digan dónde se consiguen las tarjetas!!!, así vamos” escribió el hombre de negocios. Saladillo Diario criticó su conducta en un editorial, pero sin identificarlo: “El empresario saladillense salió ayer a festejar la muerte de Néstor Kirchner. Esa persona, descripta como empresario, no fue la única, claro. Hubo más. Algunos, algunas ya se arrepintieron. Otros y otras, aún no...”. Vecinos de Saladillo reaccionaron con indignación y pidieron que se diera a conocer su nombre y apellido. En la misma página, Andrés comentó: “Entre festejar la muerte de un ser humano y profesar el nazismo como ideología, prácticamente no hay diferencias. Por favor, publiquen el nombre, es importante saberlo ya que en las próximas elecciones, según a quién apoye esta persona, ya sabré a quién no votar”. Daniel, un veterano que seguramente peina canas, no pudo evitar la comparación: “Recuerdo a los ‘señores’ que arrancaron el busto de Evita, que estaba en la plaza frente al Club Social, lo arrastraron por algunas calles mientras lo escupían y orinaban (hay fotos). Ahora, alegrarse por la muerte del ex presidente, me parece una actitud deleznable...”.

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Un sector de los que odiaron a Néstor Kirchner festejaron su muerte.
Imagen: DyN
 
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