EL PAíS › GORETTI SE NEGó A DECLARAR POR EL CASO DE LAS PIEZAS ARQUEOLóGICAS ROBADAS

Un macrista que no responde

El ex asesor PRO tampoco contestó las preguntas de la prensa. Quedó más comprometido porque se comprobó que otras 180 obras que tenía en su casa desaparecieron. No estaban registradas y, por lo tanto, era ilegal que las tuviera en su poder.

 Por Werner Pertot

El ex asesor PRO Matteo Goretti se negó a declarar en la causa en la que se lo investiga por presunta infracción a la Ley de Patrimonio Cultural, dado que Interpol encontró 58 piezas arqueológicas robadas en uno de sus departamentos. El fiscal le amplió la imputación, a raíz de que en un segundo allanamiento al domicilio del asesor los policías descubrieron que habían desaparecido otras 180 piezas no registradas que poseía Goretti. El vocal de la Fundación Pensar, que preside Mauricio Macri, también eludió las preguntas de los periodistas cordobeses. “Nada, no tengo ninguna declaración que hacer”, dijo antes de iniciar una maratón hasta perderlos.

El 18 de abril, Interpol allanó cuatro domicilios de Goretti. En uno de ellos, encontró 58 piezas que habían sido robadas en 2008 del Museo Ambato en La Falda, Córdoba. Por este motivo, el fiscal federal Enrique Senestrari lo imputó por infracción al artículo 48 de la Ley de Patrimonio Cultural, que prevé una pena de dos meses a dos años de prisión. Se trata de un delito similar al encubrimiento, según señalaron los investigadores.

Los peritos siguieron analizando las fotos del allanamiento e identificaron algunas piezas más, además de las 58 que fueron incautadas, que eran del Museo Ambato. Por eso, se hizo un segundo allanamiento al departamento de Goretti. Allí, se encontraron con que habían desaparecido unas 180 piezas que no estaban registradas ante el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Algunas eran del museo cordobés y otras no habían sido identificadas. Sólo quedaban las que estaban dentro de la ley. Esas 180 piezas no habían sido secuestradas en el primer allanamiento, como pidió el fiscal cordobés, por un criterio que estableció el Juzgado Federal porteño, que intervino en la medida. “Ahora va a ser difícil encontrarlas, más en Buenos Aires. Suponíamos que Goretti iba a decir algo de esto también”, indicaron los investigadores.

Goretti esquivó la declaración indagatoria durante toda la semana pasada. Finalmente, ayer se presentó en los Tribunales cordobeses y se abstuvo de declarar. Su abogado defensor, Marcos Juárez, presentó un escrito en el que planteó “la incompetencia territorial y formal de esa jurisdicción”. “Entendemos que este tribunal de Córdoba no es competente”, dijo Juárez, quien estimó que debe actuar la Justicia porteña, donde se hicieron los allanamientos. En rigor, la jurisdicción federal ya fue resuelta tras un conflicto de competencias con la Justicia provincial al comienzo de la causa por el robo de las piezas en Córdoba.

Sin embargo, la presentación le servirá a Goretti para ganar tiempo: la jueza subrogante Liliana Navarro deberá correrle vista al fiscal Senestrari y luego definir si acepta o no el cambio de jurisdicción. Después, si resuelve mantener la jurisdicción, seguramente el abogado de Goretti apelará. El ex asesor macrista –que renunció al gobierno porteño por el escándalo de la causa judicial– planteó que no declarará hasta que se resuelva la jurisdicción. Goretti aseguró que trabajaba “de manera gratuita” para el gobierno porteño, pero Página/12 descubrió que la fundación que preside (y que tiene domicilio en su departamento allanado) recibió más de 800 mil pesos gracias a la gestión PRO. De ese dinero, 138 mil fueron facturas por tareas en el Teatro Colón, donde Goretti estuvo a cargo de coordinar la gran reapertura en el Bicentenario.

A raíz de las 180 piezas que se esfumaron –lo que se descubrió en el segundo allanamiento–, el fiscal le amplió la imputación: ahora Goretti está acusado de violar el artículo 44 de la Ley de Patrimonio Cultural, que establece que “serán pasibles de multa los particulares o instituciones públicas o privadas que trasladen o faciliten el traslado de materiales arqueológicos o paleontológicos, para cualquier finalidad, dentro del territorio nacional, sin la previa autorización del organismo competente local donde estén radicados los materiales”. “El movimiento de piezas protegidas siempre debe ser controlado”, remarcó el fiscal.

A la salida, Goretti se encontró con una telaraña de cámaras. “Nada, no tengo ninguna declaración que hacer”, respondió a las primeras preguntas de los periodistas, que lo siguieron por la calle mientras el asesor en comunicación del líder del PRO insistía: “No voy a hacer ninguna declaración”. “Si va a ir de un lado para el otro, vamos a estar toda la mañana”, se quejó un camarógrafo, mientras los cronistas le insistían sobre cómo había conseguido las piezas. Luego le comentaron a su abogado: “Se lo notó en un buen estado físico”.

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Goretti escapó, ayer, a la salida del juzgado, de los periodistas que querían hacerle preguntas.
Imagen: Télam
 
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