EL PAíS › CONFIRMARON EL PROCESAMIENTO DEL EX EMBAJADOR EN VENEZUELA EDUARDO SADOUS

La embajada paralela que no era

Los camaristas sostuvieron que el supuesto “embajador paralelo” tenía nombramientos oficiales para sus viajes y tareas en Venezuela y esas atribuciones eran conocidas por Sadous, que sigue procesado por falso testimonio.

 Por Raúl Kollmann

La Sala II de la Cámara Federal confirmó ayer el procesamiento del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous en uno de los puntos más difundidos mediáticamente del caso que protagonizó: la existencia de una supuesta embajada paralela extraoficial que cursaba negocios oscuros. Los camaristas sostuvieron ayer, por unanimidad, que el supuesto embajador paralelo, Claudio Uberti, tenía nombramientos oficiales para cada uno de sus viajes y tareas en Venezuela y esos nombramientos eran conocidos por Sadous, lo que quedó probado en un cable que cursó desde Caracas. Por eso ratificaron el procesamiento por falso testimonio. La cuestión de fondo del caso de la venta de maquinarias agrícolas a Venezuela está en otro expediente, a cargo del juez federal Julián Ercolini, en el que ya declararon los empresarios que vendieron maquinaria y también los que no la vendieron. Todos aseguraron que no hubo coimas en esas operaciones. La repercusión de las denuncias encabezadas por Sadous llevaron a que Venezuela paralizara el convenio y eso les abrió las puertas a los fabricantes de maquinarias brasileñas que se sacaron de encima la competencia.

La causa por falso testimonio contra Sadous se inició a raíz de una denuncia del ministro de Planificación, Julio De Vido, y llevó a que el juez Rodolfo Canicoba Corral lo procesara en mayo, tras tomarle declaración indagatoria. El ministro acusó al ex embajador en cuatro temas y ayer la Cámara confirmó uno solo, aunque dejó abiertas las posibilidades de que se siga avanzando sobre las otras tres imputaciones formuladas por De Vido.

El tema de fondo fue el comercio de maquinaria con Venezuela. Sadous denunció que hubo empresarios e incluso otro funcionario de la embajada, el ex agregado comercial Alberto Alvarez Tufillo, que le contaron que había que pagar comisiones a los funcionarios de Infraestructura para acceder a la venta de maquinaria. Una evidencia en contra de Sadous es que no realizó ninguna denuncia en aquel momento, ni siquiera dentro de la propia Cancillería, y recién habló del tema cuando ya se había dispuesto su relevo. En la causa declararon Alvarez Tufillo, que negó la versión dada por Sadous; los empresarios que concretaron operaciones y también los que se quedaron afuera. Aquel fideicomiso, formado con dinero que nuestro país le debía pagar a Venezuela por combustible, fue la mayor operación de la historia de la industria de maquinaria agrícola de la Argentina, tal como dijeron los dirigentes de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), que tuvo participación administrativa y organizativa en las operaciones. El esquema era cambiar petróleo por maquinaria.

Sadous denunció en su momento que Planificación armó una embajada paralela y cuasi clandestina en Venezuela, poniendo a cargo a Claudio Uberti, funcionario de control de las autopistas. Decía que Uberti viajaba en forma silenciosa y, supuestamente, armaba estos negocios turbios. Los camaristas Horacio Catani, Martín Irurzun y Eduardo Farah firmaron ayer su fallo confirmando el procesamiento por falso testimonio de Sadous en este punto. Sostienen que Uberti fue designado oficialmente coordinador de la Macro Rueda de Negocios a realizarse en la ciudad de Caracas, Venezuela. Resoluciones de ese tenor fueron firmadas en siete oportunidades, a raíz de distintos viajes y misiones. Los camaristas sostienen que Sadous estaba al tanto, lo que se evidencia en un cable que envió a la Cancillería, el Evene 010958-2008. Los cables son la forma en que los embajadores reportan a sus superiores en Buenos Aires.

Los camaristas dejaron otros tres puntos en suspenso porque consideraron que hay medidas de prueba pendientes. En la causa original, la que investiga si hubo coimas o comisiones, un empresario mencionado por Sadous, Eduardo Cavanagh, también desmintió al diplomático y lo mismo ocurrió cuando el juez Julián Ercolini llamó a prestar declaración a los fabricantes que se quedaron afuera de la venta a Venezuela. El único que testimonió a favor de Sadous fue el ex defensor del Pueblo Eduardo Mondino, que se postulaba como candidato opositor en Córdoba: en su testimonio no aportó ningún dato y lo cierto es que había firmado un dictamen, cuando estaba en funciones, de que no hubo irregularidades. Ercolini mantiene la causa abierta porque dice que espera informes económicos de la empresa norteamericana Palmat, con sede en Miami, encargada de los movimientos en los puertos y las aduanas. Palmat, que compitió con una empresa trader brasileña, facturó el 15 por ciento que le correspondía en blanco. La Justicia de Estados Unidos es poco proclive a colaborar con las causas de los demás países y el pedido sobre Palmat, que se hizo hace cuatro años, no fue respondido con el argumento de que no se entiende cuál es el delito.

La operación de cambio de petróleo por maquinarias significó ventas de 300 millones de dólares, incluyendo 500 tractores y 240 cosechadoras. Según directivos de Cafma, las empresas brasileñas aprovecharon el caso para quedarse con buena parte del mercado.

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El ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous en 2010, cuando fue a hacer sus denuncias a Diputados.
Imagen: EFE
 
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