EL PAíS › ENTRE MOYANO Y EMPRESARIOS

Choque de intereses

Imagen: Pablo Piovano.

La convergencia entre empresarios y el dirigente de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, entró en colisión. El bloqueo de la planta de la metalúrgica Siderar por parte de los seguidores de Moyano obligó a los funcionarios de la empresa a marcar la cancha. El presidente de Ternium, Daniel Novegil, apuntó que el bloqueo “es una práctica extorsiva”, luego de presentar dos denuncias penales ante la Justicia. Por su parte, los camioneros aseguraron que no levantarán la medida hasta que respondan a sus reclamos.

“La práctica extorsiva es ilegal. Estamos haciendo las presentaciones en la Justicia y esperamos que actúe con la rapidez del caso”, señaló ayer Novegil ante el reclamo del sindicato de Camioneros que no permite el ingreso y egreso de camiones de la fábrica del grupo Techint. Este es el cortocircuito en la relación que mantenía un grupo empresarial que se había acercado al sindicalista a raíz del nuevo perfil opositor de Moyano. “Seguimos con el paro por tiempo indeterminado y no levantaremos la medida hasta que reincorporen a los dieciocho trabajadores o paguen las indemnizaciones como corresponde a quienes quieran tomar esa opción”, señaló por su lado Marcelo Aparicio, secretario de prensa del gremio que encabeza la familia Moyano.

El líder cegetista ya se había acercado a las reuniones iniciales del Foro de Convergencia Empresarial en la Rural un tiempo atrás. Allí había recibido adhesiones y aplausos de parte de algunos empresarios que empezaron a ver con buenos ojos la posición de Moyano de enfrentarse al gobierno con postulados cercanos del sector empresario. El acercamiento se había puesto en marcha con el apoyo de la Sociedad Rural Argentina a algunas de las medidas lanzadas por Moyano y el gastronómico Luis Barrionuevo, como el paro del 10 de abril último.

Los camioneros concretan la huelga al mando de camiones estacionados frente a los accesos a las plantas de Siderar y Siderca situadas en Ensenada, San Nicolás, Florencio Varela, Canning, Haedo, La Plata, Campana y Ezeiza. Desde las seis del lunes se mantienen en los ingresos a las fábricas, en situación similar a la protesta realizada a fines de febrero que había sido suspendida por el dictado de la conciliación obligatoria en el conflicto por parte del Ministerio de Trabajo. El mismo lunes la empresa se presentó ante la Justicia y denunció penalmente al sindicato argumentando que “la medida de fuerza es ilegal e ilegítima”, a la vez que sostuvo que el gremio “está utilizando una metodología abusiva, violando el derecho a la libre circulación de bienes y personas”.

El reclamo del gremio que conducen Hugo y Pablo Moyano apunta a reincorporar o indemnizar a ex trabajadores de la firma transportista Vilaltella y Valls SA, que está en concurso preventivo. El sindicato considera “solidariamente responsable” de las cesantías a Ternium Siderar y continuaba con el bloqueo que impide el despacho de nueve mil toneladas diarias de chapa de acero, pese a la denuncia penal de la empresa siderúrgica, además del repudio de la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina del Acero.

La empresa argumentó que la Ley de Contrato de Trabajo “sólo extiende la responsabilidad solidaria al empresario principal cuando contrata o subcontrata servicios de su actividad propia y específica”, y agregan que “en este caso, la actividad propia y específica de Siderar es la siderurgia y no el transporte de cargas”. El conflicto de intereses es característico del sindicato de Camioneros, que en los últimos años incorporó afiliados a distintos gremios por manejar algún tipo de vehículo. El cauce parece tomar caminos separados para empresarios y sindicalistas, hasta que comiencen otra vez a marcar el paso juntos.

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