EL PAíS › LOS ENCUESTADORES ANALIZAN EL NOTABLE LUGAR POLITICO DE LA PRESIDENTA

El poder de la imagen positiva

Comenzando el último año de su mandato, Cristina Kirchner tiene un nivel de aprobación inédito en un mandatario en esa etapa. Las iniciativas con más apoyo y el efecto local de las elecciones en Brasil y en Uruguay.

 Por Raúl Kollmann

El inicio del último año de su mandato encuentra a la presidenta Cristina Kirchner ubicada en el centro del escenario político. En ello confluyen tanto las diferentes iniciativas legislativas como la pulseada sostenida con los fondos buitre y la Justicia norteamericana. Frente a este panorama, los principales encuestadores y analistas de la opinión pública desmenuzan para Página/12 los implicancias de la “imagen positiva” de la Presidenta, el efecto local de las elecciones en Brasil y Uruguay, con sus correspondientes analogías y diferencias, y los alcances y consecuencias de los diferentes estudios sobre las expectativas de continuidad y de cambio que podrían signar los resultados de la todavía lejana elección presidencial de 2015.

Analía Del Franco, titular de Analogías, aporta datos de su última encuesta. “En octubre, CFK registraba 46,9 por ciento de opiniones positivas. Y, según nuestras mediciones, eso se mantuvo constante en los últimos seis meses. Creo que hay un apoyo a las políticas públicas en general, pero se reforzó mucho con la actitud frente a los fondos buitre. Un 80 por ciento opina que actúa bien en ese tema. Y respecto de lo que debe hacerse en el futuro, un diez por ciento no quiere cambios, un 41 por ciento quiere las políticas actuales con algunos cambios y un 46 por ciento pretende cambios totales. Como se ve, más de la mitad de las personas antepone un mix entre mantener constantes las políticas y hacer algunas renovaciones. Lo que más apoyo tiene, diría que del 90 por ciento, es que el Estado debe intervenir en la economía.”

Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, tiene una visión distinta: “No registramos variaciones significativas en la imagen presidencial. Sí podemos decir que frenó una caída que empezó a principios de año. Su balance de gestión sigue siendo negativo y el rumbo del país –según nuestras mediciones– equivocado. Y si el rumbo es considerado equivocado es claro que prácticamente el 65 por ciento demanda un cambio y aún quienes piden continuidad demandan corregir problemas como seguridad, inflación, trabajo digno. Por eso la idea de cambiar pero recuperando parte de lo hecho toma una buena porción del electorado. No en vano es una campaña en donde los candidatos van al centro político”.

“No, cambio moderado no. Hay que polarizar.” Esa es la postura de Artemio López, de Equis. “La lección que deja Brasil, como la del conjunto de las experiencias latinoamericanas abiertas la década pasada, es que en esta instancia del desarrollo de los proyectos nacionales y de cara a su continuidad luego de más de diez años de gestión, la alternativa electoral más eficaz es polarizar, lejos del cambio moderado (?) que proponen muchos analistas y medios opositores sean o no oficialistas, en Brasil, pero también en nuestro país. Dos proyectos muy diferentes en disputa, uno para minorías ordenado por el FMI, otro para las mayorías populares, soberano, respetado internacionalmente. Claro y sencillo el mensaje de Lula que exhortaba a elegir entre dos modelos opuestos, al tiempo que advertía que Brasil no puede retroceder. Así las cosas, los candidatos deben ser funcionales a esa polarización política y social, bien lejos de representar la ilusión de competir por el ‘voto moderado’, o su versión encuestológica mundana el ‘votante independiente’, que normalmente es el de la clase media, editorializada por los medios.”

Manuel Mora y Araujo, de Mora y Araujo Comunicación, habla de cambio moderado, pero con una advertencia: “Me parece claro que hay muchos votantes que están cansados del actual gobierno, pero que no se sienten atraídos especialmente por ningún candidato opositor. Tal vez los atrae algún candidato oficialista (por ejemplo Scioli) que otro candidato oficialista y que si bien vería con buenos ojos un cambio moderado de elenco gubernamental y de estilo de gobierno, teme que ese cambio termine no siendo moderado, o que termine costándole la pérdida de muchas de las cosas que fueron conseguidas durante estos años”.

“Yo sí considero que la imagen de CFK viene aumentando –afirma Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP)– y tiene que ver con la política frente a los fondos buitre. Pero también digo que un 55 por ciento piensa que el balance del gobierno de Néstor y Cristina es positivo. Lo que ocurrió en Brasil (y también en Uruguay) el domingo pasado evidencia la existencia de dos modelos de gobernabilidad. Uno sostenido en la necesidad de replantear la importancia del rol del Estado y generar un crecimiento con mayor inclusión social e igualdad de oportunidades; y el otro, basado en los conceptos neoliberales, aplicados en la región especialmente a lo largo de la década del noventa, y que en nuestro país fue expresado por el modelo de la convertibilidad. En definitiva, dos modelos antagónicos. Por lo que puede verse hasta el momento, parece que es tiempo de gobiernos con mayor anclaje progresista en la mayor parte de los países de la región.”

“Si uno hace una buena lectura de los resultados electorales de la región, verá que hay afirmaciones del reformismo en muchas de ellas, pero asoman las demandas de la nueva clase media, es decir se ratifica pero se piden cambios –analiza Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados–. La excepcionalidad estaría dada por Bolivia. Pero en el resto de los países se advierten dos cosas: la consolidación del reformismo de la última década, y la generación de más reformas. Debería evitarse que esa necesidad de cambio sea tomada por la nueva derecha.”

[email protected]

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.