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Un fiscal quiere conocer qué consejo dio Antonito

Luis Comparatore le pidió a la jueza Servini de Cubría que cite a indagatoria al hijo del ex presidente para saber si discutió con su entorno sobre la represión del 20 de diciembre.

 Por Adriana Meyer

Antonio de la Rúa deberá dejar por un rato los contoneos con su novia Shakira si la jueza María Servini de Cubría accede al pedido del fiscal Luis Comparatore para que lo cite a indagatoria. Quieren preguntarle sobre la decisión de reprimir a los manifestantes el último día que su padre estuvo a cargo de la Presidencia de la Nación, que se habría tomado en reuniones en la Casa Rosada y en la residencia de Olivos, de las que participó. En uno de esos encuentros, el hijo de Fernando de la Rúa trató de convencer a su padre para que no renunciara porque, según su punto de vista, todavía había margen para negociar con el peronismo. Pero para hacer eso necesitaban que la Plaza de Mayo estuviera “limpia” de manifestantes. En caso de ser llamado por la jueza, Antonito deberá “brindar las explicaciones del caso” para “despejar las dudas que existen en la comunidad respecto a su participación, responsabilidad y desempeño”.
Los investigadores ataron cabos. El 20 de diciembre a la mañana, el tambaleante gobierno de la Alianza ordenó a la Policía Federal sacar de la Plaza de Mayo a los manifestantes que habían vuelto a protestar, tras la pueblada de la noche anterior cuando el cacerolazo precipitó la renuncia del ex ministro de Economía Domingo Cavallo. La preocupación tenía que ver con la necesidad de que el entonces presidente De la Rúa debía ingresar a la Casa de Gobierno y los manifestantes estaban demasiado cerca. Pero a media tarde la represión recrudeció. Cuando los diputados Luis Zamora y Marcela Bordenave fueron a la Rosada para tratar de frenar a la Caballería que estaba embistiendo contra la gente, escucharon de boca del ex viceministro del Interior Lautaro García Batallán que la plaza debía ser liberada porque si no, no podían negociar con el peronismo ya que los manifestantes iban a terminar echándolos del gobierno. Finalmente eso fue lo que ocurrió, sin que nadie ordenara cesar la represión. García Batallán había comentado a los legisladores que el desalojo de la plaza se decidió en una reunión en Olivos de la que participó Antonio de la Rúa.
Mientras la Federal cazaba jóvenes por el microcentro, en la Rosada desmantelaban los despachos y el entorno de Fernando de la Rúa debatía sobre la gravedad de la situación. Según la revista Trespuntos, Nicolás Gallo, ex secretario general de la Presidencia, y De la Rúa hijo se trenzaron durante media hora en una violenta discusión sobre las muertes que se estaban sucediendo en Avenida de Mayo y cerca del Obelisco. En el artículo aparecido el 23 de diciembre consta que el primogénito del ex mandatario opinó que “todavía hay espacio para negociar, tenemos que presionarlos y obligarlos a sumarse...”. Enseguida habría explotado Gallo. “Dejate de joder, Antonio, ¿cuánto quilombo más querés que haya? Hay muchos muertos, nos van a terminar matando a nosotros”, vociferó ante la mirada silenciosa de Adalberto Rodríguez Giavarini, Hernán Lombardi, Carlos Maestro y Fernando “Aíto” de la Rúa. Gallo desmintió haber mantenido contacto alguno ese día con Antonito.
El razonamiento de los investigadores apunta a relacionar la posición de De la Rúa hijo de mantenerse en el poder y la condición de despejar la Plaza de Mayo para lograrlo. Y por eso le preguntarán si habló de represión con su padre, si se lo sugirió o en tal caso quién o quiénes aconsejaron al respecto al ex presidente. En este capítulo de la causa hay un testigo clave. Y un dato fundamental: establecer si ese encuentro tuvo lugar antes de que Rubén Santos, ex jefe de la Federal, diera la orden del asalto final contra los manifestantes.

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Antonito de la Rúa deberá volver de Miami para ser indagado.
 
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