EL PAíS › EL SINDICALISMO DEBATE COMO PLANTARSE FRENTE AL GOBIERNO

Una cuestión de actitud

El paso de la CGT por el Ministerio de Trabajo dejó al descubierto las diferencias entre los que priorizan el diálogo y los que promueven una medida de fuerza. Desde las CTA reiteraron la necesidad de realizar un paro.

 Por Santiago Rodríguez

La concesión que le hizo ayer la CGT a Mauricio Macri al darle otros diez días para que responda a sus reclamos cayó como un balde de agua fría en los sectores sindicales que consideran hay que plantarse con un paro frente al ajuste. “Nos están llevando al terreno que a ellos les conviene, que es el de enfriar la cosa y así darle tiempo a los que quieren acordar con el Gobierno”, se quejó ante Página/12 uno de los fogoneros de la medida de fuerza aprobada hace una semana por el Comité Central Confederal. La expectativa que aquella decisión había generado en las CTA, que esperan la convocatoria a la huelga para plegarse, también trocó en desencanto. “La CGT no tiene que prestarse a las maniobras dilatorias del Gobierno que en definitiva no resuelven los reclamos de los trabajadores”, advirtió Pablo Micheli, mientras que Hugo Yasky afirmó: “Seguimos sosteniendo la necesidad del paro y vamos a conversar con los gremios que entienden que el movimiento obrero debe plantear una discusión contra esta política económica y social y no aceptar cuatro o cinco grageas para paliar la situación.”

Aunque ningún sindicalista esperaba que los funcionarios nacionales respondieran ayer mismo a los planteos de la CGT, el desenlace de la reunión en el Ministerio de Trabajo tampoco fue el que muchos esperaban. Hace sólo siete días en el Comité Central Confederal hubo duras críticas a las políticas de Macri y múltiples advertencias sobre el impacto del ajuste en la clase trabajadora. A los gremios de la Corriente Federal de Trabajadores liderados por el bancario Sergio Palazzo, que hace tiempo promueven un plan de lucha, se sumaron entonces los moyanistas. Al final se impuso la decisión de convocar a una medida de fuerza, pero sin fijar una fecha. Se le dejó así a la conducción cegetista un margen de negociación con el Gobierno y también de maniobra con los sindicatos que priorizan el diálogo a la confrontación.

Ese fue el espíritu de la reunión de ayer entre la dirigencia de la CGT y los funcionarios nacionales. “No fuimos con el tono ‘hacés o hacés lo que pedimos o vamos al paro’, para dar una señal de que tenemos voluntad de negociar”, explicó a Página/12 un gremialista que estuvo en Trabajo y repitió el argumento de aquellos buscan evitar la acción directa: “Si nos apuramos, podemos quedar en offside en cualquier momento. Apenas van nueve meses de gobierno y no puede quedar como que queremos voltearlo.” En ese marco, lo más picante del encuentro lo puso el camionero Pablo Moyano, al reprocharles a sus interlocutores que Macri no cumplió ninguna de las promesas que realizó durante su campaña.

Lo que disgustó a los sindicalistas que creen que ya no hay nada para esperar del Gobierno fue la actitud de la CGT. “Volvemos a la cantinela del desprestigio del movimiento sindical”, advirtió uno de ellos a este diario y calificó de “penosa” el acta firmada en el encuentro. “No dice ni una palabra de la reapertura de las paritarias, ni del desempleo, ni de la pobreza ni de la defensa del trabajo argentino frente a la apertura indiscriminada de las importaciones”, remarcó.

Micheli coincidió en destacar la ausencia de esos puntos y se preguntó “cuál es la razón para suspender la medida de fuerza que venía anunciando” la CGT. El titular de la CTA Autónoma consideró que ocurrió lo mismo que cuando “Macri veto la ley de emergencia ocupacional y para que no le hicieran un paro convocó a los sindicalistas de la CGT a la Casa Rosada y anunció la devolución del dinero de las obras sociales”. “Se está dilatando la decisión de convocar a un paro nacional como lo piden a gritos todos los trabajadores y trabajadoras del país”, completó.

En lo que casi todos coinciden es en que el Gobierno hará alguna concesión y hay quienes arriesgan, incluso, que accederá a los tres puntos que se le plantearon para no ir al paro. “No descontar Ganancias del aguinaldo ya lo hicieron y pueden volver a hacerlo. El bono de fin de año es gratis porque eso se discute con cada cámara empresaria. Y a los planes sociales igual los van a actualizar porque antes de fin de año van a tratar de echar un poco de lubricante sobre los sectores más vulnerables ante el fantasma de los levantamientos”, analizó un crítico de la estrategia de la CGT.

Pero la discusión no es esa, sino “cómo frenar el avance de la derecha contra la clase trabajadora”. Yasky reiteró ayer que la CTA de los Trabajadores se anota entre los que sostienen que el movimiento obrero debe confrontar contra el actual modelo económico y social y explicó que “vamos a tratar de movernos en tándem con la Corriente Federal de Trabajadores y con otros gremios”. Dijo también que en ese marco de esa estrategia “estamos convocando este sábado en Rosario al II Encuentro Nacional de las Multisectoriales contra el Tarifazo y tenemos previsto iniciar una serie de plenarios y actos en las provincias con el objetivo de iniciar la construcción del paro”.

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El Confederal de la CGT decidió hacer un paro, pero no le puso fecha.
Imagen: Rafael Yohai
 
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