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El vicepresidente del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Esteban Llamosas, consideró “inaceptable” que la Legislatura porteña no haya impuesto sanción alguna a Mirta Onega, la integrante de ese cuerpo que calificó como “judío de mierda” a un empleado de su despacho. El Inadi dictaminó hace un par de días que Onega cometió “discriminación étnico-religiosa” al realizar semejante afirmación y sus autoridades se reunirán hoy con las de la Legislatura para tratar de que el caso no quede en la nada y que Onega reciba el castigo que le corresponde por su actitud.
Será el titular del Inadi, Enrique Oteiza, quien concurra hoy a las 14.30 a la Legislatura. En principio, está previsto que lo reciba el vicepresidente primero del cuerpo, Santiago de Estrada.
El empleado al que Onega calificó como “judío de mierda” es Norberto Cohenca, a quien la legisladora pretendía despedir de su despacho para reemplazarlo por su propio marido. El Inadi tomó intervención en el caso porque el mismo Cohenca –quien ya no trabaja más junto a Onega– se presentó ante el organismo a denunciar a la legisladora por sus expresiones antisemitas.
El dictamen que anteayer emitió el Inadi no deja lugar a dudas. “Onega dirigió su acción contra el denunciante impulsada por una parcialidad de orden religioso”, consideró ese organismo.
Claro fue también el dictamen de la Comisión Investigadora que se formó especialmente en la Legislatura para determinar qué sanción correspondía aplicarle a Onega: los miembros de esa comisión recomendaron en forma unánime suspenderla por 180 días porque consideraron que sus expresiones “fueron despectivas y discriminatorias”. Uno de los principales puntos que los legisladores encargados de analizar su caso tuvieron en cuenta fue que la misma Onega admitió públicamente sus dichos discriminatorios contra Cohenca.
La semana pasada el dictamen de la Comisión Investigadora fue tratado en el recinto sin que se llegara a ninguna conclusión. La propuesta de suspender a Onega por 180 días no obtuvo los 40 votos necesarios y ni siquiera se le aplicó un castigo menor, como proponían algunos que consideraban excesiva esa sanción. El debate instalado ahora en la Legislatura gira en torno de si ésa fue la última oportunidad de sancionar a la legisladora o si es posible volver a tratar su caso.
El lunes pasado fue la conducción de la DAIA la que visitó la Legislatura para transmitir su preocupación frente a la posibilidad de que el caso sea cerrado. Oteiza se reunirá con De Estrada para interiorizarlo de las razones que llevaron al Inadi a emitir el dictamen contra Onega, lo cual pondrá una nueva cuota de presión a los legisladores.
Aunque aclaró que opinaba a título personal, Llamosas fue terminante. “La actitud de la Legislatura respondió a cuestiones corporativas inaceptables”, consideró el vicepresidente del Inadi y agregó que los legisladores deben “revisar su actitud y reflotar el caso”.