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Los 76 detenidos por los hechos de la estación de Haedo pasarán el fin de semana alojados en distintas comisarías de la zona. Según la defensora oficial, Olga García, “el 90 por ciento fueron curiosos”, pese a lo cual el juez Germán Castelli les dio largas a las cosas pidiéndole al fiscal que se expida sobre las excarcelaciones. Del total de detenidos, hay tres que seguirán presos porque tenían pedidos de captura por delitos comunes, es posible que lo mismo les ocurra a dos detenidos que tenían encima el chaleco antibalas y una pistola 9 milímetros que se robaron del patrullero incendiado y tal vez a algunos otros se les imputen varios delitos juntos, como incendio, robo, daños, resistencia a la autoridad, con lo que tampoco saldrían en libertad. Según señalan en el juzgado, de las 76 personas arrestadas, dos pertenecerían a organizaciones políticas o piqueteras. Siete de los nueve menores apresados el martes fueron entregados ayer a sus padres.
Tal como adelantó Página/12, las indagatorias consistieron en que cada detenido hiciera su descargo, explicando por qué estaba cerca de la estación y cómo fue que lo apresaron. Las acusaciones fueron genéricas y ni siquiera se precisó a cada uno cuáles son las pruebas en su contra.
La defensora oficial, Olga García, que asiste a 60 de los 76 detenidos, hizo un pedido de excarcelación para todos, incluso los defendidos por una organización de derechos humanos o por abogados particulares, considerando que los delitos que se imputan son excarcelables. García le dijo a este diario que su preocupación está en el hecho de que la casi totalidad de los detenidos viene de zonas de bajos recursos, Moreno, Mariano Acosta o José C. Paz, viven de changas o de empleos muy precarios y cada día que pasa y siguen detenidos, mayor riesgo tienen de perder sus trabajos o de lograr el mínimo ingreso con el que subsiste su familia. La defensora, por ejemplo, asiste a los dos jugadores de Deportivo Español, Mariano Tríbulo y Mauro Pajón, que iban camino al entrenamiento y que, como el juez no resolverá la situación hasta el lunes, no podrán jugar durante el fin de semana. El magistrado argumentó que la causa es muy compleja, le libró oficio al fiscal para que se expida y recién decidirá las libertades el lunes.
Pese a que no se les exhibieron las pruebas a los detenidos, se sabe que serán acusados de robo los que tenían encima monedas que supuestamente fueron sacadas de las máquinas expendedoras de boletos que fueron destrozadas en la estación. También habría personas a las que se le encontraron partes de piezas del tren o de alguno de los quioscos o negocios de la estación, por lo cual se los acusaría de hurto. El juez federal Castelli sólo tiene competencia en lo que tiene que ver con la línea ferroviaria y la estación. Los saqueos a los negocios es competencia de la fiscal Norma Menéndez, que también llamará a indagatoria a algunos de los detenidos.
Respecto de las dos personas a las que se sindica como integrantes o relacionados con partidos políticos, uno es un menor cuyo apellido es N. (se preserva su identidad por razones legales), al que se le imputa tener una bomba molotov en su mochila. El joven no tuvo relación con los hechos de Haedo, sino que fue detenido en Moreno a las 13.30 cuando, según lo que afirman los hombres de seguridad de TBA, tenía el plan de provocar un incendio en esa estación. Ese detenido estaría relacionado con la organización Quebracho, aunque los dirigentes de ese agrupamiento sostienen que sólo era colaborador en un comedor del grupo piquetero alineado con Quebracho. Sobre el segundo militante, no hay precisiones ni a qué partido u organización pertenecería ni qué cargos se le imputan.
A raíz de un pedido de la defensora oficial, el juez sí aceptó que los detenidos sean alojados en comisarías de la zona cercana a Haedo y Morón, de manera que sus familiares puedan visitarlos y acercarles comida. Por su parte, el defensor oficial de menores Leonardo Miño finalmente consiguió ayer la entrega a los padres de siete de los nueve menores. Hubo chicos de quince años que quedaron presos durante 48 horas, uno de ellos estuvo medio día en un camión celular estacionado frente al juzgado, cuando desde el punto de vista legal son inimputables, o sea que ni siquiera se les puede abrir una causa penal.