SOCIEDAD › GASTóN DE LA TORRE, AYER SOBRESEíDO, CARGó CONTRA SU PADRE, CONDENADO

La telenovela del Robo del Siglo

Sobreseído por el juez Sal Lari, Gastón De la Torre desconoció a su padre, a quien responsabilizó de haberlo involucrado en la causa por el robo al Banco Río. Con él fueron sobreseídos otros dos acusados. Sal Lari denunció al fiscal Novo por omisión.

Tres supuestos encubridores de una parte sustancial del botín del llamado Robo del Siglo al Banco Río de Acassuso fueron sobreseídos ayer por la Justicia. Se trata de Gastón De la Torre, hijo de uno de los condenados por el Robo del Siglo, su primo Christian Edgardo Lemos y la mujer de éste, Patricia Romina Sosa. La prueba que los benefició provino de Alicia Di Tullio, la esposa del padre de Gastón, que delató a casi toda la banda. La mujer aportó una carta que su pareja Alberto De la Torre le había enviado desde la cárcel y en la que afirmaba que su hijo era joven y, por más que no tuviera que ver con el robo, podía hacerse cargo de lo que encontraron en la casa. “Con todo lo que me hizo, me sobra para decir que él no es más mi padre. No tengo padre”, aseguró Gastón.

Según informó el abogado Marcelo Mazzeo, su cliente Gastón De la Torre fue liberado por el juez de Garantías de San Isidro, Rafael Sal Lari, a pedido de la defensa y de la fiscalía. Durante el juicio se estableció que Gastón nada tenía que ver con los 900 mil dólares, los ocho kilos de joyas y el bolso con armas y una granada encontrados en un allanamiento realizado el 18 de febrero de 2006, un mes después del robo, en dos departamentos de la calle Portela 56 en Flores, en uno de los cuales vivía Gastón. Su padre fue penado con 15 años de prisión el 21 de mayo pasado.

“No te das cuenta que él (Gastón) es joven y tiene mucho por vivir, en cambio a mí me queda poco.” Esta frase fue atribuida por Di Tullio a su ex marido, quien se la habría dicho en medio de una pelea conyugal. Llegó a oídos de los jueces el 26 de febrero pasado, durante una audiencia por el Robo del Siglo. Rubén Alberto De la Torre tiene 55 años; su hijo, 30. Según fuentes judiciales, durante un interrogatorio, Di Tullio tuvo la oportunidad de escuchar grabaciones donde su marido le proponía a su supuesta amante, Silvia Fernández, que se escapen juntos con el dinero a Paraguay. “Y, despechada, la mujer los delató.” Así dice la canción escrita por Mario Vitette Sellanes, alias El Uruguayo, un miembro de la banda que será enjuiciado aparte y que se encuentra detenido en Marcos Paz.

Para Rubén Alberto De la Torre no hubo despecho sino ambición. Aseguró que su mujer lo entregó porque desde la fiscalía le ofrecieron una recompensa y además quería quedarse con los bienes. Un allegado a la pareja insinuó que Di Tullio pidió 300 mil dólares, dos casas y un auto para no delatarlos, pero su marido, que pasó 22 de sus 55 años presos, se negó. Di Tullio, hermana de la fallecida Pepita la Pistolera, jura que sus motivos fueron las presiones de su marido y el miedo a “que les hiciera” algo a sus hijos.

Las peleas entre Di Tullio y su marido obligaron a éste a cambiar de lugar el botín. Por eso terminó guardado en el departamento de Gastón. “Nunca supe qué era lo que mi padre había dejado en mi casa. Incluso recién me enteré al cuarto día de estar incomunicado de que en los bolsos había parte del botín del robo al Banco Río”, dijo ayer el joven a la salida de los tribunales. María de los Angeles Sánchez, la novia de Gastón, guardó otra parte del dinero –según ella no sabía qué había en el bolso– en un departamento del mismo edificio y lo devolvió luego por consejo de un abogado. Ella, al declarar, se justificó de la siguiente manera: “Cada vez que Alberto aparecía siempre había problemas”.

Además del dinero de los bolsos que dejó su padre en su casa, la Justicia en su momento allanó una caja de seguridad que De la Torre hijo tenía en la sucursal Plaza Miserere del Banco Provincia, donde se secuestraron 55.728 dólares, 1470 euros y 36.165 pesos. “Ese dinero no era parte del botín como pensaron los fiscales, sino producto de la venta de un departamento que Gastón había realizado mucho tiempo antes del robo al banco. Presentamos los boletos de compraventa que lo acreditan. Ahora pediremos que nos devuelvan esa plata”, aseguró Mazzeo.

El caso del primo de Gastón, Christian Edgardo Lemos, y su mujer, Patricia Romina Sosa, también sobreseídos ayer, es más complejo aún. El día del operativo en el edificio de Portela 56, la orden de allanamiento tardó varias horas. La policía los vio salir y como no podía detenerlos, empezó a seguirlos. No bien llegó la orden, los detuvieron y encontraron un bolso de bebé con 16 fajos de billetes que en total sumaban 158.700 dólares. Ambos estaban acusados de encubrimiento y dijeron que esa plata se la “plantó” en el bolso Rubén Alberto De la Torre. Ayer, el juez Sal Lari les creyó.

“No les guardo rencor ni a la policía ni a los fiscales porque en mi casa había suficientes pruebas y motivos para investigarme”, reconoció el hijo de De la Torre. Sin embargo, el juez Sal Lari denunciará al fiscal general de San Isidro, Julio Novo, por haber omitido informar al Tribunal de Casación que no había pruebas contra el joven. Gastón fue apresado en mayo de 2009, luego de que la fiscalía intentara tres veces, sin éxito, tramitar una orden de Sal Lari, por lo que recurrieron a Casación para conseguirla con “información trastrocada y opuesta a lo acontecido en la entidad bancaria”.

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Raúl Alberto De la Torre (izq.), condenado a 15 años y rechazado por su propio hijo, Gastón.
Imagen: DyN
 
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