Mientras se desarrollaba una clase de enfermería en la Universidad de Oikos, en California, ayer un hombre irrumpió en el aula y mató a siete personas e hirió a otras cinco. Según testigos, el atacante se llama One Goh y es un asiático corpulento, que llegó vestido con ropa de camuflaje y disparó al menos treinta veces sobre la clase. Goh es un ex estudiante de enfermería de ese lugar, donde también se dictan medicina, música y estudios religiosos. La policía ya lo arrestó, en un supermercado de Alameda, a ocho kilómetros de la universidad. “Ahora nuestro Departamento de Policía está haciendo su trabajo e intentando entender qué motivó al atacante para ir y llevarse la vida de siete personas”, dijo Larry Reid, presidente del Consejo Municipal de Oakland.

El atacante abrió fuego a las 10.23 y aunque sus compañeros lo consideraban un “desequilibrado”, ayer un estudiante aclaró: “Pero nadie podía sospechar que llegara a tanto”. El sospechoso fue buscado dentro del colegio durante horas, pero la policía pudo arrestarlo cuando advirtió a los empleados de un supermercado de Alameda: “Acabo de dispararles a unas personas”. Fuentes policiales confirmaron que el detenido tiene 43 años y usó un revolver calibre 45.

“Creemos que él es el responsable”, dijo la portavoz policial Johanna Watson. La universidad de Oikos es un “college” privado, de inspiración cristiana, en las inmediaciones de Oakland, fundada hace una década por el pastor Jong Kim. Muchos de sus estudiantes son de origen coreano. “De momento no sé decir si el asesino dejó voluntariamente nuestra escuela o si fue expulsado”, dijo el pastor sobre el atacante. En la página de la institución se indica que su objetivo es “asegurar una formación de alto nivel inspirada por los valores cristianos”. Goh habría dejado de ir a clases hace tres meses a esa pequeña casa de estudios, que tiene alrededor de 100 estudiantes.

Angie Johnson, una vecina de la universidad, contó al diario San Francisco Chronicle que uno de los heridos apareció con el brazo derecho ensangrentado y llorando: “Fui baleado”. Mientras esperaban la ayuda médica el joven le contó que el tirador era un ex estudiante, que apuntó a una persona en particular y luego disparó al resto de los compañeros. Por el momento, se sospecha que Goh dejó de estudiar luego de recibir una paliza por parte de un compañero.

Según los testigos que pudieron ver al sospechoso en el supermercado de Alameda, Goh parecía sedado al momento de la detención. Estacionó su Honda Accord azul y al llegar a las línea de cajas confesó ante los empleados que venía de protagonizar una masacre. Goh fue demorado por el personal de seguridad del shopping hasta que la policía local se lo llevó. No ofreció ninguna resistencia. Una portavoz del hospital Highland informó varias horas después del tiroteo que cinco personas estaban en ese centro de salud internadas para recibir tratamiento médico por heridas de bala.