SOCIEDAD › VECINOS DE PALERMO CUIDAN A UN INDIGENTE INTERNADO Y LE CONSTRUYERON UN SANTUARIO

Ponen el pecho por Pechito

Le erigieron un santuario en Santa Fe y Scalabrini Ortiz, custodiado por los vecinos. Pechito está internado después de haber sido llevado por una camioneta del gobierno porteño. Apareció golpeado en un descampado. Le cuidan sus cosas y sus perros.

En la esquina de la Avenida Santa Fe y Scalabrini Ortiz, en el coqueto barrio porteño de Palermo, se erigió un santuario a un indigente. Se trata del lugar donde dormía Alejandro Adrián Ferreiro, más conocido como Pechito, quien fue levantado el viernes a la madrugada por una camioneta del programa Buenos Aires Presente y luego desapareció hasta el domingo a la tarde, cuando fue encontrado en calzoncillos, deshidratado y golpeado en inmediaciones de la cancha de San Lorenzo. Su caso despertó una inusitada ola de solidaridad entre los vecinos que se turnan para cuidarlo en el Hospital Rivadavia, donde está internado, y atienden a sus dos perros. Por otro lado, ayer se radicó un denuncia contra el Gobierno de la Ciudad por delito de acción pública por considerar que el BAP incurrió en un accionar “delictivo e irresponsable”.

“Está enfermo”, “Pobrecito”, “desapareció” dicen varios vecinos que se agolpan en lo que queda del lugar de Ferreiro: un colchón, una frazada, algunas fotos de juventud y una imagen de Alberto Olmedo. También hay algún que otro transeúnte que despotrica. Sin embargo, lo que más abunda son las muestras de interés de las personas que se acercan y preguntan por el estado de salud de Pechito, sus perros Galo y Pechín y consultan cómo pueden colaborar.

En la pared, en tanto, hay un comunicado: “Alejandro se encuentra internado en el Hospital Rivadavia. Los análisis dan bien, pero está deshidratado y muy cansado. Los perros Pechín y Galo están con sus familiares directos del corazón. Ale agradece a todos los que se preocuparon por él y sus perros. Continuaremos informándolos por este medio. ¡Muchas gracias!”. Los vecinos llaman a cuidarlo. “Cuidémosle el lugar, juntemos sus cosas hasta que él pueda regresar. Esta es su casa y de nadie más.”

Estas pertenencias, entre las que figura un televisor y un equipo de audio, están guardadas en el local de quiniela de al lado que recauda fondos para el tratamiento del perro raza weimaraner Galo, que es asistido en una veterinaria, y para lo que necesite Pechito en su internación. La meta más ambiciosa es comprarle una casa rodante.

Según Jorge Rodríguez, quien atiende un kiosco también cercano, Pechito hace rato que se encontraba mal. “Estaba tirado todo el día, no comía, no sabía lo que pasaba a su alrededor. No sé lo que le pasó. Creo que empezó a deprimirse después de que una vecina de la torre de Santa Fe y Canning le tiró el equipo de música, molesta por los ruidos. Ahí se empezó a dejar. El tipo no jodía a nadie. El año pasado se atendió en el Fernández porque tenía las venas de las piernas tapadas por el cigarrillo, pero después no fue más”.

En cuanto a lo que sucedió antes de la desaparición de Pechito, Rodríguez relató que “el Gobierno de la Ciudad primero se lo llevó al Fernández el jueves al mediodía y después vinieron el viernes y se lo llevaron a un refugio –supuestamente al hogar de ancianos Guillermo Rawson– y después desapareció”. Consultados por Página/12, desde el Ministerio de Desarrollo Social porteño dijeron que el indigente “no desapareció, sino que estaba en el médico”. “El viernes se lo llevó al Penna y se escapó y el domingo apareció en el Piñero. Ayer lo trasladaron al Rivadavia.”

Finalmente, de acuerdo con la vecina María Romani, el SAME lo encontró el domingo a las 14 cerca del estadio de San Lorenzo, golpeado, deshidratado y en calzoncillos. La ambulancia dio con él gracias a la Red Mascotera que ubicó a su perro Galo por la mañana, en Parque Chacabuco.

“El domingo yo hice guardia en el Piñero después de que lo encontraron y estaba todo lastimado, lo cagaron a palos. Tenía una lastimadura profunda en la cintura y los brazos destrozados. Me dijeron ahí que podía ser un golpe, pero con un golpe no te lastimás así. Llegó a las 14 y a las 20.30 recién le pusieron suero o sea que estuvo sin nada y un chico nos dijo que no era bien recibido acá, que no le iban a prestar atención. Tenía los labios negros, una mano negra. La médica me dijo que era normal. Lo que sí, tuvimos que hacer guardia toda la noche porque desde el BAP se lo querían llevar a toda costa al Rawson y si no decían que lo iban a devolver al lugar en que estaba”, detalló Romani.

La legisladora del FpV María José Lubertino, que ya había presentado un hábeas corpus el viernes, radicó ayer una denuncia contra el gobierno porteño. “Presentamos la denuncia por abandono de persona y vamos a poner esto en investigación, sobre todo el tema de las lesiones. Después de los dos días que estuvo deambulando en el Piñero, aparece lesionado. No sabemos si los golpes y lesiones tienen que ver con un intento de asalto o si fue una golpiza al estilo UCEP.”

Informe: María Julieta Rumi.

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El colchón de Pechito, parte de los bienes custodiados por los vecinos hasta su regreso a la calle.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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