SOCIEDAD › ASUMIO AYER POLI EN MEDIO DEL CASO DEL SERVI TRINITATIS

Obispo nuevo, en un escándalo

 Por Carlos Rodríguez

Desde Santa Rosa

En medio de crecientes denuncias contra el instituto católico Servi Trinitatis de Santa Rosa, pero a catedral llena, asumió ayer el nuevo obispo de La Pampa, Mario Aurelio Poli, en reemplazo de Miguel Brédice. Aunque se especulaba con que el flamante pastor iba a referirse a la situación planteada con el colegio católico, acusado de actuar como una secta que les “lava el cerebro” a sus alumnas, Poli optó por hablar de temas más gratos y sólo aclaró, en un momento de la homilía, que todavía no tiene “opinión formada” sobre algunos temas complicados.

Poli tuvo una recepción cálida dentro del recinto católico mayor, la catedral de Santa Rosa, pero no se produjo en el mejor momento por la repercusión que sigue teniendo el caso. Horas antes de su arribo, el abogado Omar Gebruers y familiares de las alumnas que denunciaron al instituto como si fuera una secta ofrecieron nuevos elementos de prueba en una presentación ante el juzgado federal local, a cargo de Pedro Zabala. Los delitos por los que son acusados los propietarios son gravísimos: trata de personas, contrabando de medicamentos y el supuesto ingreso de dinero al país, a través de las propias internas. Uno de los acusados es el sacerdote español Antonio Martínez Racionero, pero los familiares cargaron ayer contra el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Adriano Bernardini, y contra el cardenal primado Jorge Bergoglio, porque ninguno respondió a los pedidos de entrevista que les solicitaron para entregarles la documentación que dicen tener en su poder.

“Hemos mencionado e identificado, en nuestra denuncia ante la Justicia Federal, a un mínimo de diez personas que están involucradas en una tarea delictiva que significa lavarles el cerebro a las chicas que concurren al instituto, para luego sacarles dinero y bienes que pertenecen a sus familias”, aseguró el abogado Gebruers en una conferencia de prensa. Las denuncias, que vienen realizándose desde 2006, a través de tres de las internas, se han intensificado en los últimos meses.

“Están negando la culpabilidad sobre hechos que ya hemos demostrado ante la Justicia y nosotros estamos seguros, por los datos que hemos aportado ahora, de que en la calle O’Higgins 35 (donde funciona el instituto) siguen cometiéndose los mismos delitos de reducción a servidumbre que habíamos denunciado”, insistió el abogado. La sede central del instituto se encuentra en Cuenca, España, y sus responsables han declarado en todo momento que se trata de una entidad secular sin fines de lucro. Sus creadores fueron los sacerdotes diocesanos Antonio Martínez Racionero y Ricardo Latorre Canizares. A la denuncia inicial de las tres ex alumnas se sumaron luego otros once casos que ahora están en la Justicia Federal.

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