Ni siquiera en las situaciones más propicias puede Central diferenciarse del resto. Pudo lograr el salto días atrás ante Guillermo Brown, pero apenas si arrebató un empate. Una nueva ocasión se presentó ayer, ante Almirante Brown, y de nuevo el canaya se tropezó con sus errores: sumó solo un punto y se mantiene arriba, pero mezclado con River, Instituto y Gimnasia y Esgrima de Jujuy. No es un equipo más del montón el auriazul. Es uno que va lidiar por estar entre los mejores con las armas que tiene a mano, y que a veces no logra soltar, como ocurrió ante los de Isidro Casanova, donde el equipo de Juan Antonio Pizzi se fue de la cancha sin al menos generar la sensación que buscó la victoria, necesaria para llegar a la punta.

Nunca hubo emocionales en el partido. Tampoco promesas. El primer tiempo pasó inadvertido. El segundo encontró a la visita más ambiciosa y, en consecuencia más cerca del triunfo. Central dejó el campo de juego sin haber transmitido sus intenciones al hincha. Y la gente se fue del estadio sin ganar de saludar a sus jugadores. Todo fue indiferencia.

El primer desencuentro de la tarde fue la de Central con la pelota. El equipo careció de conductor, de velocidad por los laterales, y de volantes con capacidad de tirar la pelota el espacio vacío que descuida el rival. Medina corría con pies de plomo, Castillejos jugó contrariado por no saber dónde acomodarse mejor para que lo vean, y encima Almirante Brown fue siempre cuidadoso en no cometer errores de movimientos defensivos.

Es que los dirigidos por Blas Giunta llegaron a Arroyito con confianza devaluada: sin haber logrado un triunfo jugando fuera de casa. Es más, de visitante los de Isidro Casanova aún no anotaron un solo gol. Muchos problemas tiene Brown cuando no juega en su estadio. Pero Central no tomó nota de aquellas debilidades del rival. Por el contrario, fue el canaya que lució frágil, como si arrastra una racha adversa en el torneo. Y salió a la cancha el equipo de Pizzi con la oportunidad de saltar al primer puesto de la tabla.

Central dejó pasar el primer tiempo. Le quedaban 45 minutos para dar con el gol. Pero no le hubiesen alcanzado ni con jugar otro tiempo más. Por el contrario, con tiempo suplementario la visita probablemente diese la sorpresa. Es que al repetirse las defecciones en el juego con la pelota los de Isidro Casanova se entusiasmaron con intentar ir por el gol. Pero García se lo tapó a Vega, tras una precisa circulación del balón, y antes Monsalvo estrelló un derechazo en el travesaño.

Meza Sánchez fue el mejor de la cancha al invitar a sus compañeros a probar avanzar con pelota el piso. Pero la decisión que tuvo el volante no la mostró su equipo. Almirante perdía el prejuicio en jugadas puntuales. Luego atendía rápidamente el libreto estudiado en el pizarrón. Aquella lección aprendida por la visita fue invulnerable para Central. No hubo un tiro el arco que lleve peligro. Algún centro llevó más riesgo que otro para Losa. Pero nada que el uno de Almirante Brown no pueda resolver.

Pizzi buscó cambiar las cosas con el ingreso del juvenil Jonás Aguirre por izquierda, y de última apostó a Coniglio y Rivero. Para romper semejante monotonía se requiere a un jugador de talento. El problema de Central es colectivo. Se vio ante los de Puerto Madryn, frente a Boca Unidos y ayer con Almirante Brown, aunque los números disimulen todo con una cosecha de cinco unidades de los últimos nueve en juego.

0 Central: García (6); Ferrari (5), Valentini (6), Peppino (5), Rivarola (5); Carrizo (4), Mozzo (5), Alderete (5), Gómez (4); Medina (4), Castillejos (4). DT: Juan Antonio Pizzi.

0 Almirante Brown: Losa (6); León (5), Ortiz (5), Nievas (5), Garré (5); Monsalvo (6), Meza Sánchez (7), Olmedo (6), Marrone (5); Chavarri (4), Daniel Vega (5). DT: Blas Armando Giunta.

Cambios: ST: 13m Melivillo por Chavarri (AB), 18m Jonás Aguirre por Rivarola (C), 30m Giménez por Monsalvo (AB) y Coniglio por Medina (C), 39m Rivero por Alderete (C) y 45m Luis López por Vega (AB).

Arbitro: Germán Delfino

Cancha: Central.