El represor será trasladado mañana desde la ciudad de Buenos Aires a la capital neuquina para prestar declaración indagatoria en el juzgado federal a cargo de la jueza subrogante durante la feria judicial, Silvina Domínguez, en una de las causas en la que se investigan delitos de lesa humanidad.

Mientras se resuelva su situación procesal, quedará alojado en un pabellón especial de la Unidad 5 del Servicio Penitenciario Federal de General Roca, en Río Negro.

Sosa fue detenido el 7 de julio de 2009 en la localidad de Ontinyent, Valencia, por pedido del juzgado federal de Neuquén, acusado por 18 casos de detención ilegal, secuestros y torturas.

Las autoridades argentinas iniciaron de inmediato los trámites de extradición para poder indagarlo por estos graves delitos ocurridos entre 1975 y 1976 en la capital neuquina.

El ex subcomisario de la Policía Federal residía desde 1992 en la localidad de Carcaixent, en Valencia, y había obtenido la nacionalidad española manteniendo también la argentina.

Testimonios de víctimas de la dictadura en la región declararon que durante el período en el que Sosa estuvo a cargo de la delegación local de la Policía Federal, funcionó en esa dependencia una sala donde eran sometidos a interrogatorios bajo torturas.

Durante la noche, las víctimas eran alojadas en la Unidad 9 del Servicio Penitenciario Federal de Neuquén, pero por la mañana eran trasladadas a la delegación policial para ser torturadas.

Uno de los principales responsables de los grupos de tareas que actuaron en ese entonces fue el ex agente de Inteligencia Raúl Guglielminetti, quien está procesado con prisión preventiva en esta causa junto a otros 25 represores pertenecientes a distintas fuerzas de seguridad de la región.