"El canciller austríaco (Werner Faymann) dijo claramente que si sólo podemos pararlos con vallas, mejor dejarlos pasar. Es algo que debemos considerar", declaró Orban a los medios tras la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), que terminó esta madrugada en Bruselas.

El Gobierno del conservador Orban fue muy criticado por sus socios europeos, entre ellos Austria, por recurrir a la construcción de vallas para detener la llegada de los refugiados provenientes de Oriente Medio y Asia. Hungría cerró su frontera con Serbia, por la que entraban miles de refugiados cada día hasta el martes pasado, y está terminando otra en el deslinde con Croacia, país al que se ha desviado el flujo migratorio al no poder entrar en suelo húngaro.

Orban aseguró que Hungría tiene dos opciones: o proteger sus fronteras con vallas o dejar pasar a los refugiados hacia Austria y Alemania. Por otra parte, amentó que los líderes europeos no hayan tenido la valentía de decidir medidas para proteger las fronteras exteriores de la UE en Grecia y evitar así la llegada de refugiados. "No hubo valentía para ello", agregó el mandatario, quien había propuesto el envío de una fuerza militar conjunta europea para defender la frontera griega, ante lo que considera la incapacidad de ese país para detener solo la llegada de inmigrantesa.

Actualmente, Hungría sigue recibiendo cada día a miles de refugiados desde Croacia, que siguen luego su camino hacia la frontera austríaca y luego hacia Alemania, el destino favorito de la mayoría, provenientes la mayoría de Oriente Medio y Asia. Ayer se registró un nuevo récord con el ingreso de 10.046 personas, la mayoría procedentes de Croacia.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel alabó los esfuerzos de la UE para abordar la crisis humanitaria de los refugiados que llegan al continente, aunque insistió en la necesidad de contar con un sistema permanente para su distribución entre los países que la integran.

Ayer, los jefes de Estado y gobierno de la UE reunidos en una cumbre de la organización en Bruselas, después de horas de discusión, acordaron una partida extra de 1000 millones de euros para financiar los campamentos de refugiados cercanos a las zonas de conflicto.

Merkel, expuso durante un pleno del Bundestag (Cámara Baja) las conclusiones de la reunión de ayer y se mostró "profundamente convencida" de que Europa no sólo necesita un reparto "puntual", como el acordado por los ministros de Interior, sino un "proceso permanente", como reclama la Comisión Europea y también Alemania.

"Hemos visto un paso adelante, pero estamos lejos del final", advirtió la canciller, quien afirmó que su objetivo es que Europa supere esta "prueba de fuego social, económica, cultural y moral". Agregó que "el manejo de la actual crisis marcará durante largo tiempo nuestro continente".