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“Traidor”, “corrupto”, “cobarde”, “tonto”, “hipócrita”, “vendido”, “cínico”, “chapote”, “sudaca” y “tucumano” fueron los insultos que el líder de Vox, Santiago Abascal, lanzó contra el legislador Gerardo Pisarello, de origen argentino. Pisarello, nacido en Tucumán, había cuestionado "a las derechas fanatizadas" durante el debate por la amnistía para los dirigentes independentistas catalanes. Desde las tierras de Juan Bautista Alberdi --el prócer que dice admirar Javier Milei-- apelaron a la ironía: "la República de Tucumán declara oficialmente el inicio de hostilidades contra España. Esta decisión no ha sido tomada a la ligera; sin embargo, la protección de nuestra comunidad y el respeto a nuestra identidad son valores innegociables", reza el solemne comunicado de "Only Tucumán" que cierra con una humorada: "preparate Gallego, vas a correr de nuevo como aquella tarde de 1812" cuando el ejército de Belgrano frenó el avance realista.