DEPORTES › BOCA INAUGURA SU PROPIO PARADOR EN EL BARRIO DE MONTSERRAT

Hotel alojamiento exclusivo

El 1º de abril será el día en que el club abrirá las puertas de su nuevo emprendimiento temático, que el plantel profesional utilizará para concentrarse. El costo de la obra, de 17 pisos y 7500 metros cuadrados, fue de 25 millones de dólares.

 Por Gustavo Veiga

El hincha VIP que Mauricio Macri pergeñó a su imagen y semejanza cuando era presidente de Boca ahora podrá acunar sus sueños en un hotel exclusivo. El 1º de abril está previsto que abra sus puertas un emprendimiento selecto de 17 pisos y 7500 metros cuadrados, que costó 25 millones de dólares y donde la tarifa de una habitación para la promocionada apertura no baja de 200 dólares. Página/12 adelantó en exclusiva este proyecto el 30 de septiembre de 2007, que se concreta casi cinco años después. Lo acordaron en un convenio de 12 páginas el fallecido Pedro Pompilio (un hombre cercano al actual jefe de Gobierno porteño) y la empresa Suites Temáticas, representada por el arquitecto Marcelo Mochón. Ubicado sobre la calle Tacuarí, en el barrio de Montserrat, en el Hotel Boca además se concentrará el plantel profesional, un imán que seguramente atraerá a los boquenses que puedan pagarse una noche de alojamiento.

Cuando se firmó el contrato el 23 de julio del 2007, fijaba que el proyecto tenía “carácter exclusivo para el área geográfica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cien kilómetros a la redonda”. Su vigencia se extendía por veinte años a partir de la inauguración que se aproxima. Macri ya no preside el club –le confió ese papel a Daniel Angelici, su aliado también en la política–, pero le dio una mano curiosa a este negocio hotelero que declaró de “interés cultural” desde su gestión en la Ciudad. El padre de Mochón, Raúl, desarrolló a partir de 1976 el complejo Solanas en Punta del Este, donde el clan liderado por Franco Macri pasaba a menudo sus vacaciones.

La noche inaugural en el vidriado edificio del centro porteño se puede subastar en la página web del hotel, e incluye alojamiento en la suite Deluxe, el traslado en auto privado con una copa de champagne y un masaje de bienvenida, una mesa reservada para degustar la cena de gala de apertura del hotel, un “Meet & Greet” con figuras del mundo deportivo y artístico, una placa personalizada que –según el anuncio con un gerundio mal empleado– dice “inmortalizando a usted como uno de nuestros primeros 100 huéspedes”, una camiseta firmada por todos los jugadores y el coqueto detalle de batas y pantuflas de bienvenida. Todo eso sugiere la oferta para los primeros huéspedes xeneizes.

Por ahora, ya hay reservas para mayo y junio provenientes de distintos países europeos como Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y también de Brasil. A todos los turistas se les garantizan entradas para los partidos que juegue Boca, un privilegio al que el hincha argentino promedio, si no tiene carnet de socio, le resulta imposible acceder.

Entre los compromisos que le fijaba a Boca el convenio en 2007, hay uno que establece: “El club se obliga, condicionado a la disponibilidad existente al momento del pedido, a poner a disposición del licenciatario, el precio y condiciones que se ofrecen al socio del club, la cantidad de abonos a plateas del estadio del club que el licenciatario le requiera durante el período de comercialización anual de los abonos”.

Entre otras opciones, los visitantes también pueden conseguir el ingreso a la sala donde se hacen las charlas técnicas, una fotografía grupal en la Bombonera, una competencia de penales en el mismo estadio, la visita al entrenamiento del plantel de Primera en el predio de Casa Amarilla y, por supuesto, a un partido de fútbol del campeonato de Primera. Un cotillón de propuestas difícil de rehusar para los más fanáticos que paguen su estadía en dólares.

Cada hincha top que pueda alojarse en el Hotel Boca será recibido en la puerta de su habitación por un ídolo diferente. Imágenes de ex jugadores como Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Carlos Tevez, Hugo Gatti y Angel Clemente Rojas se pintaron en los accesos a cada suite. En el proyecto original, el hotel se iba a llamar Boca Juniors By Design Suites y se había estudiado la posibilidad de que se levantara en uno de los barrios más caros de Buenos Aires, como Puerto Madero y Recoleta. Finalmente, el arquitecto Carlos Ott maquetó su obra sobre un predio donde antes funcionaban dos playas de estacionamiento, al sur de la Avenida de Mayo, en el microcentro.

Allí se mezclarán jugadores e hinchas, unos y otros podrán gozar de cuartos con mayordomo personalizado, jacuzzi, spa, amenities franceses, wi-fi, sábanas italianas, menú de almohadas, un chef que les preparará hasta pizza de cancha o el clásico choripán (algún tic popular debía tener el hotel entre tanta paquetería) y todo eso en un esmerado ambiente azul y oro que se promociona como el “Primer hotel temático de fútbol del mundo”.

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Fachada del hotel boquense sobre la calle Tacuarí, entre Adolfo Alsina y Moreno.
Imagen: Télam
 
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