Viernes, 29 de enero de 2016 | Hoy
ECONOMíA › ACUERDO CON SIETE BANCOS INTERNACIONALES POR UN CREDITO PUENTE, POR 11 MESES, DE CINCO MIL MILLONES DE DOLARES
Con la sombra de la negociación con los fondos buitre sobre la cabeza, el Banco Central obtuvo el acuerdo con siete grandes bancos por un crédito contingente que fortalecerá las reservas hasta fin de año. Los despidos en el BCRA demoraron el anuncio.
Por Cristian Carrillo y
Tomás Lukin
Un grupo de siete bancos extranjeros compuesto por el HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Deutsche Bank, Citigroup y UBS le prestarán un total de 5000 millones de dólares al Banco Central. El crédito es por un plazo de once meses con una tasa de interés de 6,7 por ciento y los bancos no recibirán comisiones. El objetivo de la operación es exhibir una mayor magnitud de reservas internacionales –el stock rondará los 30 mil millones de dólares–. La necesidad de mostrar esa fortaleza adicional reside en que, a pesar del celebrado desmantelamiento de las regulaciones y la aparente estabilidad lograda, el mercado cambiario no recibe el flujo de divisas esperado vía exportaciones más inversiones externas. Los fondos llegarán durante la próxima semana. Cuando eso suceda, el BCRA cederá a los acreedores un paquete de títulos públicos por un valor de mercado estimado en 10 mil millones de dólares como garantía. En caso de no devolver el préstamo, las entidades prestatarias se quedarán con los bonos recibidos. Como parte del acuerdo, la autoridad monetaria validó la cesión de soberanía jurídica para que cualquier controversia se defina en los tribunales de Nueva York. La operación anticipada por Página/12 fue aprobada ayer durante una tensa reunión de directorio del BCRA, donde el tema central fueron los 47 despidos dispuestos por la entidad que preside Federico Sturzenegger.
Con ese escenario, las autoridades del Banco Central intentaron postergar la comunicación del acuerdo hasta la semana que viene cuando cada uno de los bancos suscriba su porción del préstamo garantizado. La operación había sido confirmada a finales del año pasado, pero la negociación con los acreedores extranjeros se extendió más de lo esperado. El monto inicial anunciado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas, a cargo de Alfonso Prat-Gay, rondaba los 8000 millones de dólares. Este diario pudo saber que durante ese proceso no sólo se achicó el crédito, sino que además Goldman Sachs, Bank of America y Credit Suisse decidieron no participar. Con las entidades que siguieron en camino, se pactó reducir el plazo de 12 a 11 meses para bajar la tasa de interés de la operación que, como mínimo, insumirá alrededor de 300 millones de dólares. El crédito es precancelable. Para el nuevo equipo económico, la transacción ofrece un “puente” para atravesar el proceso de negociaciones con los fondos buitre con mayor fortaleza hasta que el vínculo con el sistema financiero quede “normalizado”.
Poner en marcha la operación denominada “repo” requirió convertir un pasivo intransferible entre organismos estatales, de muy bajo costo, en títulos de deuda externa que pagarán una tasa de interés más elevada, incrementando en forma significativa las erogaciones del Tesoro por los servicios de la deuda. Son aproximadamente 9141 millones de dólares adicionales a pagar durante la vida de los bonos (6 a 11 años). A comienzos de año, se realizó el intercambio de tres Letras Intransferibles emitidas por el Tesoro Nacional por bonos denominados Bonar con diferentes fechas de vencimientos (2022, 2025 y 2027). Originalmente, las Letras habían sido entregados al BCRA a cambio de dólares de las reservas, que fueron utilizados para cancelar la deuda con el FMI (2006) y pagar vencimientos con acreedores privados y organismos multilaterales (2010). Los nuevos bonos pasibles de ser entregados al mercado, ya sea en garantía para este crédito o como parte de un endeudamiento permanente, alcanzan un valor nominal de 16.099 millones de dólares.
Una porción significativa de esos papeles será entregada a los bancos extranjeros involucrados. La clave de la operación reside en el valor que reconocerán los bancos extranjeros por los nuevos títulos Bonar que recibirán en garantía. Según pudo saber Página/12, el BCRA debe entregar una cantidad de bonos que alcancen un valor de mercado de 10.000 millones de dólares, con un abultado descuento del 50 por ciento respecto del monto del crédito que se garantiza. Como los nuevos papeles no tienen precio en la plaza financiera internacional, habrá una entidad a cargo de la valuación técnica. Se trata del JP Morgan, uno de los bancos que también estará del otro lado del mostrador como acreedor.
Si los bonos entregados como garantía del crédito contingente no son utilizados, la deuda en moneda extranjera con acreedores privados no aumentaría. El nivel actual de esa deuda es equivalente al 12 por ciento del producto bruto, lo cual constituye una de las fortalezas que otorga margen de maniobra para la reinserción plena del país en el sistema financiero internacional, pretendida por el gobierno de Macri. Pero, si por alguna razón no se puede cumplir con las condiciones pactadas, los bancos podrían quedarse con esos bonos allanando el camino para revertir el proceso de desendeudamiento, que amplió el margen de maniobra para la política económica.
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