EL MUNDO › MáS REVELACIONES SOBRE LA LIBERACIóN DE INGRID

Luz, cámara y rescate

Colombia reconoció que los militares se hicieron pasar por periodistas de la cadena de noticias Telesur en el operativo con la rehén Betancourt.

Con una sonrisa ganadora y ante un auditorio lleno de militares y asesores estadounidenses, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, aceptó que sus hombres se hicieron pasar por periodistas de Telesur para rescatar a 15 rehenes de las FARC, entre ellos Ingrid Betancourt. “El equipo parecía sacado de un estudio de Hollywood”, contó riéndose. Una semana atrás, el gobierno colombiano había reconocido que utilizó sin autorización el símbolo y las iniciales de la Cruz Roja Internacional durante el rescate militar. Inmediatamente, Santos se reunió con la ONG y pidió disculpas. Ayer ni la Cancillería ni el Ministerio de Defensa colombiano se comunicaron con Caracas.

En la sede venezolana de Telesur las palabras de Santos no sorprendieron, pero sí cayeron muy mal. La noticia no era nueva. Hace más de una semana, el carcelero de los rehenes, que fue detenido durante el rescate del 2 de julio, había contado, a través de su abogado, que recién confió en la supuesta misión internacional cuando vio los símbolos de la Cruz Roja y Telesur, dos instituciones que habían participado en las liberaciones anteriores. Según relató a la prensa, el hombre que llevaba el logo de Telesur en su ropa se parecía mucho a Jorge Enrique Botero, el periodista colombiano que destapó la noticia sobre el embarazo de Clara Rojas, la ex compañera de fórmula de Betancourt, y uno de los primeros corresponsales que tuvo Telesur en Colombia.

Al cierre de esta edición, la emisora multiestatal estaba afinando los últimos detalles legales antes de difundir una carta de protesta. Hasta la confirmación pública de Santos de ayer, tanto Telesur como el gobierno venezolano habían decidido dejar pasar el tema para evitar un nuevo roce diplomático. El viernes pasado, poniendo fin a meses de advertencias y denuncias cruzadas, el presidente Hugo Chávez se fundió en un abrazo fraternal con su par colombiano, Alvaro Uribe. Prometieron restablecer la cooperación bilateral y dejar las diferencias en el pasado.

Pero el mensaje de reconciliación no parece haber calado hondo en el ministro de Defensa colombiano, quien ayer desestimó cualquier reclamo del país vecino. “Para nosotros es un detalle insignificante frente a una operación que es totalmente humanitaria”, aseguró. Con el mismo tono, empezó a relatar los “detalles coloridos” de la operación militar.

En total, la falsa misión internacional estaba compuesta por ocho hombres y una mujer, la supuesta enfermera de la Cruz Roja. Uno se hizo pasar por italiano, otro por árabe, un tercero hacía de australiano –“todo un cocodrilo dundee”, según Santos– y dos hablaban con un acento caribeño. “Uno cubano y uno probablemente dominicano, que eran los que llevaban las camisetas del Che Guevara”, recordó el ministro colombiano, quien agregó que todos ensayaron sin parar durante veinticuatro horas para meterse en el rol.

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Ingrid Betancourt fue rescatada el pasado 2 de julio.
Imagen: AFP
 
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