EL MUNDO › REVELAN LOS VINCULOS ENTRE EL PRIMER MINISTRO Y EL GRUPO MULTIMEDIATICO

El hilo va de Cameron a Murdoch

El ex jefe de prensa del premier británico y ex editor del fenecido dominical News of The World, Andy Coulson, reconoció ante la Comisión que tenía unos 70 mil dólares en acciones en la compañía del magnate australiano.

 Por Marcelo Justo

Desde Londres

La Comisión Leveson, que investiga la relación de los medios con el mundo político británico, desnudó ayer los vínculos entre el grupo multimediático Murdoch y el primer ministro David Cameron. El ex jefe de prensa de Cameron y ex editor del fenecido dominical sensacionalista News of The World, Andy Coulson, reconoció ante la Comisión que tenía unos 70 mil dólares en acciones en la compañía de los Murdoch, News International, y que asistió a reuniones de los máximos organismos de seguridad del gobierno sin someterse al chequeo de seguridad establecido para los funcionarios de alto nivel. “Nunca me preguntaron si tenía acciones y como yo sabía que no estaba involucrado en ninguna actividad comercial, ni en la oferta por BSkyB, nunca se me ocurrió pensar que podía haber un conflicto de intereses”, se justificó Coulson.

El conflicto de intereses era obvio. En junio de 2010, a un mes de formada la coalición conservadora-liberal demócrata, el grupo Murdoch, que controlaba el 39,1 por ciento de las acciones de BSkyB, realizó una oferta por el resto del paquete accionario de la cadena televisiva. La oferta generó una intensa polémica por el impacto que podía tener sobre la libertad de prensa y obligó al gobierno a que pidiera la intervención del regulador de los medios Ofcom. En ese momento, Coulson estaba a cargo de la agenda mediática gubernamental. Según las reglas ministeriales, Coulson debía haber informado al secretario de gabinete Gus O’Donnel sobre su vínculo con News Corp, pero el hecho de que no lo hiciera no lo convierte en un mero problema individual. El gobierno, que tiene una serie de códigos y mecanismos para intervenir en estos temas, aparece cuanto menos como negligente.

La Comisión Leveson encontró una segunda instancia, en la que no se aplicó a Coulson el riguroso sistema de chequeo personal y financiero a que se somete a todos los funcionarios de alto nivel gubernamental antes de que asuman sus puestos. Coulson reconoció ante la Comisión que tuvo acceso a secretos de Estado durante el período en que se desempeñó como jefe de prensa de Cameron. Los ministros y funcionarios con acceso a este tipo de información tienen que haber sido autorizados por un sistema interno de chequeo que procura dilucidar si tienen algún “esqueleto en el armario”, sea a nivel ideológico, de conexiones non sanctas o que los haga pasibles de extorsión. Downing Street insistió hasta el momento que Coulson tenía el nivel apropiado de autorización para su cargo. Según admitió, ayer, el mismo Coulson ante la Comisión, tenía en realidad un nivel mucho más bajo y genérico que el requerido para acceder a operaciones antiterroristas o secretos militares sobre Afganistán.

Esta laxitud actual es más sorprendente si se tiene en cuenta su historia previa. El hoy ex jefe de prensa de Cameron renunció como editor del News of The World en 2007 luego de que la Justicia condenara a un periodista y un detective privado que trabajaban para el dominical por su participación en el escándalo de las escuchas telefónicas. Como editor de un periódico que se caracterizó durante años por exponer los trapos sucios o triviales de la monarquía, los políticos, los artistas y cualquier otra cara conocida, Coulson tenía potencialmente varios “esqueletos en el armario”, a pesar de lo cual Cameron lo nombró poco después de su renuncia como jefe de prensa del Partido Conservador.

En su comparecencia ante la Comisión Coulson negó que esto tuviera algún vínculo con la política de News Corp que, hasta ese momento había apoyado al Nuevo Laborismo, pero que dos años después de su nombramiento declaró su apoyo a Cameron. Es difícil determinar si para ese entonces Coulson era el representante de Murdoch ante Cameron o el de Cameron ante Murdoch, pero se sospecha que por sus contactos con News Corp era, cuanto menos, una pieza esencial para aceitar los vasos comunicantes entre ambos. Su declaración abre cada vez más interrogantes sobre el primer ministro que hoy quedará otra vez expuesto cuando la ex directiva de News International, el brazo británico de News Corp, Rebekah Brooks comparezca ante la Comisión.

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Un manifestante disfrazado de Murdoch lleva de marionetas a Cameron y al ministro Jeremy Hunt.
Imagen: AFP
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