El candidato presidencial de Acción Ciudadana (AC), Luis Guillermo Solís, consideró “contradictoria” la posición de Johnny Araya, candidato del oficialista Liberación Nacional (PLN), quien renunció el miércoles a sus aspiraciones presidenciales. Según Solís, Araya se contradice al anunciar el final de su campaña política, mientras adelanta que hará giras por todo el país para agradecer a sus simpatizantes el respaldo otorgado en las urnas durante los comicios del 2 de febrero. “Importantes figuras de su comando de campaña, de la nueva fracción legislativa del partido oficialista, de la juventud de ese partido, han declarado que continuarán pidiendo el voto en favor de don Johnny. Eso a mí me parece que significa que él no está, pero sí está”, afirmó.

Esa indefinición, dijo Solís, lo obliga a continuar con la campaña electoral. El candidato de AC, quien es virtualmente el presidente electo, afirmó que por ahora no ve necesario hablar con Araya debido a que sus términos quedaron claros durante la conferencia en la que anunció su retiro de la lucha por la presidencia. Solís reiteró que aspira a recibir un millón de votos durante la segunda ronda, el 6 de abril, con el propósito de legitimar su eventual mandato a partir del 8 de mayo. “Estoy pidiéndoles a los costarricenses que miren esto como un compromiso con la democracia nacional. Somos un país con una democracia muy madura y creo que los costarricenses atenderán ese llamado para que no quede ninguna duda sobre el mandato que recibiré, si tal es la voluntad popular”, explicó.

Luis Guillermo Solís, historiador y politólogo de 55 años, dijo que en ningún momento adoptó una actitud “triunfalista” desde que Araya comunicó su decisión de renunciar a sus aspiraciones presidenciales. “No me tomo las elecciones del 6 de abril como un mero trámite. Considero que es la voz del soberano la que tiene que escucharse; no es un candidato o un partido el que pueda usurpar esa decisión que solo le compete al pueblo”, puntualizó.

El candidato se negó a revelar a quiénes considera para su eventual gabinete, pero afirmó que entre sus principales planes están devolverle vigor a la economía e imprimirle justicia al sistema político costarricense.

Según una encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica, publicado antes de darse a conocer la decisión de Araya, Solís tenía un apoyo del 64,4 por ciento del electorado, mientras que su contrincante apenas alcanzaba el 20,9 por ciento.

“La sensatez indica, ahora más que nunca, que hay que sopesar la realidad y por ello, con firmeza de ánimo, hago saber mi decisión de concluir hoy la campaña por la presidencia de la República”, había expresado Araya al leer el documento donde anunciaba su renuncia a la segunda vuelta. La prensa local estima que el retiro de la contienda electoral se debe a la baja proyección de la intención de voto. “La campaña hacia la segunda ronda se presenta muy difícil y llena de obstáculos”, admitió Araya.